Cocí con lagrimas en mis ojos un nudo, lo ate con fuerza mientras pensaba en como llegue a este lugar, me senté en el banco antes de colgar como una lampara mi final. Y te pense y te soñe, y te lloré.
Mire a los ojos el hueco que dejaste en mí y me sumergí en él y me deje caer, porque sabía que al caer estarias allí, esperandome.