Maddox
Luego de cambiarme de ropa y verificar que todos estuviesen listos me dirijo a la oficina del Teniente Coronel con los informes en la mano, ver a Maricarmen hace que me ponga nervioso, Dios, no puedo creer mi reacción, pero cada vez que la miro recuerdo la escena que quiero sacar con urgencia de mi cabeza.
—Buenos días, el Teniente Coronel…
—Está esperando por usted —camino hacia allí, Raphael me mira en cuanto cierro la puerta.
—Capitán, dígame. ¿Qué tal la tarea que le encomendé?
Dejo caer los tres informes sobre la mesa haciendo ruido, son gruesos, con detalles de todo tipo como pidió, me duele la mano de escribir todo ese material inútil, también la cabeza.
—No me importa si me sancionas o no por decirlo, pero eres un hijo de puta, esto no forma parte de un castigo.
Raphael me mira como si no importara mi opinión, sólo soy una cucaracha más a la que debe aplastar en su camino.
Lo odio.
—Yo castigo como se me da la gana, si no estás de acuerdo puedes irte de mi ejército cuando quieras —muerdo mi labio inferior buscando paciencia, porque con lo arrogante que es provoca un gran instinto asesino y no voy a darle con la vena del gusto marchándome de aquí.
Comienza a ojear y leer, es una verdadera sorpresa que leyera en serio, pensé que tiraría los documentos al cesto de la basura en cuanto se los entregara, me mira pasados unos cinco minutos.
—Estoy sorprendido, prestó más atención de la que creí, espero que el conocimiento le sirva hoy, ya sabe cómo hacer una mamada, como puede cogérselo o que van a hacerle, no deje ir al objetivo, Capitán.
En serio puedo matarte y hacerlo pasar por un accidente.
—No lo haré, permiso para retirarme.
—No.
—¿Necesita algo? —Raphael deja los informes a un lado y me mira fijamente, los ojos verdes hacen que se me seque la garganta.
—No lo necesito, pero si vuelve a hablarme así, está fuera, no se olvide de que soy su superior.
—Sus castigos… —arquea una ceja.
—¿Sigue aquí? Lárguese de una vez.
Obedezco marchándome directo a mi oficina, en poco tiempo iremos a Italia y nos encargaremos de Ottavio, debo decir que la idea no parece tan atractiva que digamos.
Sólo quiero descansar, llevo dos días sin dormir y comienza a pasarme factura.
Me apoyo en el escritorio y acomodo la cabeza entre mis brazos, necesito por lo menos dormir cinco minutos, esos malditos videos no me dejaron pegar ojo, aún tengo esos gemidos taladrándome los oídos.
Fue malditamente traumatizante.
—¿En serio te puso a seducir al objetivo? —levanto la cabeza viendo a Ares sentarse frente a mí con los documentos en la mano, me froto la cara con decepción, evidentemente dormir ya no forma parte de los planes.
—Si, es un hijo de puta.
—¿Estás listo, puedes hacerlo?
—No estoy listo y tampoco seguro de que pueda. ¿Tengo otras opciones?
—¿Cambiar de sede?
Sólo pensarlo me molesta, yo no soy el problema, Raphael lo es, que se vaya él y deje de amargarnos la existencia.
![](https://img.wattpad.com/cover/357965455-288-k1169.jpg)
ESTÁS LEYENDO
( I ) Malas intenciones (BL)
Ficção GeralUna vida normal, como Capitán y futuro padre, eso es lo que pensé que tenía hasta que ese hombre se pone a jugar con mi cabeza. Un operativo fallido me deja completamente en sus manos y no tengo más opción que obedecer sus órdenes. A tu superior lo...