Capítulo 39

711 87 4
                                    

Maddox

Evito la mirada de Raphael prestándole atención a Thomas, más tarde tengo que ir a las propiedades de Diago y acabar con eso de una vez por todas, no tengo tiempo que perder en discusiones sin sentido.

Tengo que planificar bien, para colmo tuve que ascender a Mei al cargo de Capitana, por lo que tendré que trabajar sin ella hasta que se adapte al nuevo cargo.

—¿Pasa algo? —la pregunta de Thomas me saca del entretenimiento, sonrío como puedo.

—Sí, todo bien.

Thomas ladea la cabeza y por fin ve lo que está atormentándome, resopla.

—¿Ya lo dejaste? —trago con nerviosismo.

—Algo como eso —Thomas se acerca y me agarra la cintura, jadeo—. ¿Acaso eres suicida?

—Deja que arda, es gracioso ver lo enojado que está y de paso puedo tocarte un poco —niego y quito su mano, si supiera de lo que es capaz no se metería en esto.

—No lo busques.

—No eres su propiedad —dice contra mi cuello, ni siquiera me atrevo a mirar hacia Raphael—. Puedes hacer lo que quieras, no has estado con otro hombre aparte de él. ¿Cierto?

Suspiro, ni siquiera sé a qué viene la pregunta, estamos en el jodido pasillo, gracias al cielo es la hora de almuerzo y no hay nadie merodeando, excepto Raphael.

—No.

—Pues aquí me tienes —me echo a reír.

—Deja las tonterías.

—Lo digo en serio, él folla con quien le da la gana, hazlo tu también —acaricia mi entrepierna y jadeo.

—Thomas.

—Estoy seguro de que con él siempre eres el de abajo, conmigo será diferente —murmura contra mi cuello, luego muerde suavemente.

—Eres jodidamente insistente.

—Mmm… ¿Quieres o no?

—Joder, deja de provocarme, que no soy de piedra —Thomas se ríe contra mi cuello.

—Cuento con eso, ahora que se fue el intenso. ¿Por qué no vamos a tu habitación y hacemos algo?

—No, tenemos trabajo.

—Por lo menos dime que luego pasará algo —gruñe alejándose de mí.

—Sabes lo que siento por él.

Thomas resopla con una sonrisa, está cansado de escucharlo, lo sabe perfectamente.

—No quiero que me digas que me amas mientras me lo haces, sólo quiero acostarme con la persona que me gusta.

—Esto es malo para ti.

—Maddox, deja que sea yo quien defina eso.

—Bien, lo que quieras.

Thomas tose de forma alarmante y me mira sin poder creérselo.

—Déjame ver si entendí. ¿Vamos a…? —sonrío de medio lado cuando no termina la oración.

—Sí, tendremos sexo. ¿No es lo que quieres? —Thomas pestañea.

—¿Por qué no nos vamos a trabajar ya?

—Vamos, por lo menos hay que agarrar un emparedado ya que no almorzamos.

Luego de comer algo nos preparamos para invadir los negocios de Diago, me reúno con los Capitanes dándole instrucciones claras de donde los quiero.

( I ) Malas intenciones (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora