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ᵛⁱ ﹋﹋
Seulki se detuvo cuando sintió un hormigueo en su espalda, se cubrió con su camisa sucia, mirando todo el lugar... Había alguien más con ella.
No podía ser uno de los soldados, ellos recorren otro lugar, un lugar seguro que ella dejó despejado para ellos a cambio de recorrer el lugar sola para conseguir ropa.
Se escogió de hombros mientras volvía a bajar su ropa, tiró su ropa sucia al suelo para seguir poniéndose su nueva ropa que encontró en una de las tiendas abandonadas.
En aquel lugar había todo lo que siempre deseaba cuando estaba en el edificio de hogar verde, ropa bonita pero cara, elegante y de tela fina. Un suspiro abandonó sus labios cuando oyó la llovizna afuera.
—... Te ves bien.
Seulki no se movió de su lugar, terminó de atar los tiros de sus botas y se giró hacia la niña.
—¿Que haces aquí? Los soldados no están muy lejos de aqui _le habló tomando su mochila vieja, se acercó a la niña para sostener sus manos, dejando que la menor entrelace sus delgados dedos con los de ella.
—Lo sé, pero quería verte, pronto habrá una tormenta y se que te gustan... Quizás podamos verla juntas.
—Una buena idea, pero debo volver ¿Crees que veamos la próxima tormenta? —Seulki se detiene junto a Ahyi, ambas mirando por el enorme ventanal de la tienda, viendo cómo comenzaba a oscurecer y la llovizna se volvió una fuerte lluvia con rayos.
Ahyi miró a Seulki en silencio, le recordaba mucho a él... Sonrió ligeramente, tenia un afecto enorme por la chica desde que la conoció y más cuando supo que ambas... Eran similares en muchos aspectos.
—Por cierto, te traje esto... Dijiste que no podías dormir ¿No? Pues esto te ayudara, lo hice yo misma —Selki saca de su mochila un collar hecho a mano, con un pequeño atrapa sueños en el. No dudo en entregárselo, viendo cómo se lo ponía.
—Muchas gracias, supongo que nos vemos después.
—No lo dudes Ahyi y veremos otra tormenta juntas.
La niña abraza a Seulki, era un hasta pronto y ambas estarían juntas ¿No? Sólo era cuestión de esperar.
Seulki mira cómo su pequeña amiga se pierde entre la oscuridad de la tienda, infla sus mejillas sabiendo que tendría que mojarse para llegar con los soldados e irse.
O... Quedarse un momento más y quizás, sólo quizás encontrar a HyunSu.
