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ⁱⁱⁱ ﹋﹋
—... SangWook —balbuceó abriendo sus ojos, era difícil conciliar el sueño en momentos así, realmente era difícil sabiendo que hay infectados, muertos, monstruos.
Seulki soltó un quejido de dolor, se acomodó en su lugar, mirando el autobus, habia un hombre nuevo, suspiró mirándolo con detemiento, no era momento para confiar en cualquier persona.
Se puso de pie después de dormir dos minutos y dirigirse hasta la parte de adelante, sentándose en el suelo, apoyando su espalda en el asiento del conductor.
ChanYoung desvío la mirada del camino sólo para mirar a Seulki apoyada cerca de él, muy cerca, pero no pasó por desapercibido la mirada molesta de ella.
—¿Y ahora que hice?
—¿Por que lo subiste? —señaló al hombre que dormía.
Oh, al menos él si dormía bien.
—Es mi deber hacerlo, debo llevar a cualquier sobreviviente al refugio —el soldado ChanYoung responde sin quitar la mirada del camino.
Seulki guarda silencio por un segundo, refugio... ¿Qué le asegura que todo va a salir bien?
—No sabes si es bueno o malo, no sabes si lastimara a las personas, no sabes si esta infectado —se oía bastante molesta, demasiado, arrugó sus cejas sin dejar de mirar al hombre, comenzó a rasguñar sus rodillas para no alterarse.
—Tú tampoco lo sabes, si esta infectado y debería bajarse... Tú también lo harás —el soldado se arrepiente de decirlo, los ojos negros de Seulki lo ponían nervioso.
—¿Qué quieres decir con eso? No soy una amenaza... Él si, porque puede convertirse en monstruo. Además, no soy un experimento, sólo soy yo... Una chica normal que se infectó...
La castaña golpea su cabeza contra el asiento, mientras mordía su lengua con fuerza, la sangre comenzó a brotar de su boca, se estaba lastimando sólo para mantenerse al margen y que su infección no tome el control.
No ahora... Por favor, no quiero dañar a mis amigos.
Suplicaba internamente, volviendo a cerrar sus ojos una y otra vez, mientras los demás los miraban en silencio. No sabían si era buena idea intervenir o no.
—No hagas eso —ChanYoung le dijo, sosteniendo su cabeza con su mano derecha, impidiendo que siga lastimándose.
Seulki detuvo cualquier movimiento al sentir la mano del muchacho bajo su barbilla, todo en ella... Se calmó, el enojo que en algún momento sintió se esfumó.
—Por favor, deja de hacerlo, lamento haberlo subido... Se que no estuvo bien, pero es mi deber.
Se disculpó en voz baja, Seulki dejó caer su cabeza en la mano del soldado.
—... Esta bien, sólo necesito dormir, por favor
ChanYoung asintió, dejándola descansar. Ella sólo estaba cansada, muchas cosas que pensar, muchas cosas que debería hacer, descansar era su mejor opción.
𓇊
Un disparo.
Seulki reaccionó al instante, notando la oscuridad fuera del autobús, un segundo disparo hizo que sus tímpanos dejaran de funcionar por un segundo. Estaba aturdida, el sonido tan cercano de la escopeta hizo que sus oidos se pongan sensibles.
Pronto pudo ponerse de pie, dándose cuenta de lo sucedido, JaeHwan... Estaba infectado y el desconocido los estaba protegiendo.
Supongo que le debo una disculpa.
El hombre comenzó a decir que salgan del autobús, así que Seulki lo ayudó, ayudando a Jisu y a Suyeong a bajar del autobús, no sin antes tomar las armas que, para su suerte, lo dejó a la vista de todos.
—Mantente detrás de mi —ordenó a YeongSu siendo amable con su voz para no asustarlo, el niño lo hace, aferrándose a la espalda de Seulki, o Suni, cómo él la conocía. Mirando a su hermana inconsciente en los brazos de la mayor.
No podia sentirse más seguro, ella fue quien los rescató junto a HyunSu, en su mente, ella era cómo una hermana mayor... O quizás más.
Seulki miró a su alrededor, todos estaban ahí, asi que con el desconocido lanzando lo que parecía ser gasolina. Pero la forma en la que el monstruo de JaeHwan hablaba, fue suficiente para romper los vidrios del autobús.
La castaña comenzó a quejarse del dolor, descubrió su debilidad esa noche, el sonido fuerte... Era suficiente para mantenerla en el suelo.
Pero estaba más preocupada por Suyeong, la niña no reaccionaba, trató de conservar la calma, abrazando a YeongSu con su otra mano.
Jisu se acercó al monstruo, tomó el encendedor y prendió fuego al rastro de la gasolina, haciendo que JaeHwan se quemara.
—¿SuYeong? —el susurró de Seulki llamó la atención de todos, ella puso su oído en el pecho de la niña, pero no había nada... Ni un sólo latido. Acarició el rostro de la niña, y la abrazó contra su cuerpo.
SuYeong sólo era una niña, no merecía morir asi.
La infectada miró a su amiga, parecía cansada, y Seulki se lamentaba no poder haberlos ayudado o ayudarla, sentia que estaba fracasando en protegerlos. Quizás ese soldado tenia razón.
Sólo era un parásito.
𓇊
Seulki miraba al vacío, estaba afuera del autobús, esperando a que los demás salgan, ligeramente se acomodó la chaqueta de ChanYoung sobre su cuerpo, era un poco grande para ella.
—Lo lamento... —habló el soldado en voz baja, apoyándose en el autobús junto a ella.
La castaña no respondió, siguió mirando la oscuridad estaba triste y era su forma de expresarlo.
—¿La quieres de vuelta? —señaló la chaqueta, había despertado con ella puesta, ni siquiera le dijo si podia usarla o no y afuera estaba haciendo mucho frío.
—No, estoy bien así.
ChanYoung y ella vuelven a quedarse en silencio, él se cuestionaba porque Seulki no le preguntaba sobre las palabras de su mayor, parece que ella lo esta tomando muy bien... Cómo si en cierta forma se lo esperaba.
—¿Por que te dicen Suni?
—Es un nombre que me puse, realmente necesitaba un cambio, me gusta más Seulki...
—¿Un nombre que te pusiste?
—Mhm, perdí mis recuerdos cuando desperté en un hospital, nadie sabia nada...
Seulki guarda silencio, de una u otra forma... Todo parecía encajar, quizás no recuerda nada porque no tuvo una vida normal ¿Y si los únicos recuerdos que tiene con HyunSu es lo que pasó cuando escapó?
Sacudió su cabeza, se rehusaba a pensar en eso, sólo es una chica normal...
—¡SuYeong! ¡Quiero quedarme con ella!
YeongSu pataleaba en los brazos del desconocido mientras se ponían en marcha, ChanYoung y Seulki fueron los últimos en caminar, siendo los últimos del grupo, la castaña se giró por un momento hacia el autobús, sonriendo mientras limpiaba las lagrimas de su mejilla.
