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ⁱᵛ ﹋﹋
—¿Necesitas ayuda?
EunYu se acerca a Seulki, tratando de ayudarle con YeongSu, pero el niño se niega a soltar a Seulki, así que deja caer su cabeza en su cuello.
La castaña niega lentamente—. Estoy bien...
El refugio, habían demasiadas personas y muchos soldados aun lado, de un momento a otro el desconocido se adelanta y finge no conocerlos.
—¿Qué tanto miras? —Jisu le pregunta a Seulki, al verla mirar a todos lados parecía tan inquieta.
—No me siento segura con tantas armas —susurró mirando a los soldado, eso y HyunSu, quizás pueda encontrarlo ¿No?
—Creo que ya me voy —ChanYoung llama la atención del pequeño grupo, haciendo una reverencia para despedirse de ellos.
Seulki estaba confundida ¿No le diría a sus compañeros que trajo a una infectada a su refugio? O mejor aun... ¿Por qué nadie parece notarlo?
—¿Sin nosotros?
—Debo trabajar, soy un soldado.
—¿Volverás con ellos?
—Ven con nosotros...
—Quítate el uniforme y listo... ¿Qué van a hacer? ¿Perseguirte?
—Él volverá... ¿No es así? —Seulki se acerca a ChanYoung, bajó la atenta mirada de los soldados en las orillas—. Sé que tú sabes quien es el verdadero enemigo ¿Verdad? Cuando veas todo el daño que causan las personas de uniforme... Volverás.
Seulki palmea ligeramente la espalda de YeongSu, volviendo a retroceder, subiendo la bufanda hasta sus labios con su mano libre.
ChanYoung no dijo nada, les dio una última mirada antes de irse con los demás soldados. Así que el pequeño grupo avanza entre las demás personas.
—Tenemos problemas en la entrada —uno de los soldados en la entrada alerta a los demás, avisando a su superior a través de su radio.
Para evitar levantar sospechas falsas decide mirar con atención a la chica con el niño en brazos.
—¿Cuál es el problema soldado?
—El experimento cero, esta aquí, en las puertas.
Todos los soldados de la entrada giran su cuerpo en la misma dirección, mirando a la misma persona al mismo tiempo. Seulki lo nota, todos lo hicieron.
Pero antes de que puedan hacer algo, reciben una orden.
—Déjenla entrar...
—¿Señor?
—Déjenla, no le hagan ninguna prueba... Yo me encargo del resto.
El soldado a cargo en la puerta asiente, dando una señal a todos, los soldados hicieron caso y volvieron a sus puestos, sin dejar de mirar a la que consideraban una amenaza.
Revisión de síntomas... Nadie tocó a Seulki, y muchas de las personas comenzaron a cuestionar eso, creando un revuelvo, pero la menor sólo sostenía a YeongSu con fuerza.
—Esta es una actualización en el protocolo, desde ahora no se clasificaran los refugiados, por favor entren en orden.
Las bocinas se apagan, dejando que la multitud de personas desesperadas entrara al lugar.
Mientras más caminaban, Seulki más sospechaba del lugar... No había refugio ahí adentro, tampoco militares.
¿Qué esta pasando?
—Esto no es una buena idea —susurró abrazando a YeongSu con fuerza, miró a todos lados.
Algo no andaba bien.
—Es una trampa.
El lugar comenzó a ser bombardeado, fueron traídos aqui para morir. Una vez más Seulki sabia que la culpa era de los soldados.
—¡Jisu! —gritó al no verla cerca de ella—. ¡Jisu! ¡¿Dónde estas?!
Comenzó a empujar a las personas para que no la lastimen, ni a ella ni al pequeño en sus brazos.
—¡Jisu!
La chica de mechas rojas divisa a Seulki entre las personas, a la castaña no le queda de otra que entregar a YeongSu, y trata de ir por su amiga.
Pero no pudo hacer nada... Las cosas comenzaron a caer, las personas trataban de huir haciendo que sea difícil moverse.
—Jisu... ¡Corre! ¡Por favor! —suplicó con desesperación al no verla moverse.
Jisu se quedó en su lugar, aunque quisiera... No podia correr simplemente, miró a Seulki desde lejos, le regaló una última sonrisa antes de que la tierra de los escombros las divida a las dos.
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—¡¿EunYu?! ¡¿Jisu?!
Seulki no se molestó en limpiar su ropa, sólo buscaba a su grupo, lo único que le quedaba en este lugar.
—¡¿Dónde están?!
Comenzó a sentir la desesperación en su cuerpo, no podia encontrar a nadie, no quería perderlos, no de nuevo.
—¿YeongSu? ¡YeongSu! —gritó al ver al niño junto a Jisu, el niño dejó de mirar para correr hacia Seulki.
YeongSu estaba llorando mucho, y al ver a Seulki fue casi cómo ver a su-
—¡Mamá! —sollozó aferrándose a su cuerpo, Seulki lo abrazó contra su cuerpo mirando a Jisu, el lugar dónde estaba... Iba a derrumbarse.
Quería ir por ella, estaba lista para ir por ella, cuando YeongSu agarra su mano con fuerza, negó con la cabeza.
Las paredes tiemblan, y Jisu no podia mover sus piernas, sabia que no era posible salir de aquí, y no, no era la culpa de nadie. Por eso trató de mirar a sus amigas y sonreír para tratar de tranquilizarlas.
Aun cuando se encontró con la mirada de Seulki, ahí estaba la misma chica con la que se encontró frente al elevador, ahí estaba ella... La chica que quizás pueda verla en otra vida y volver a ser las amigas de hoy.
Suspiró dándole un pequeña sonrisa, viendo cómo abrazaba al niño contra su pecho, la iba a extrañar... Mucho.
