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En el patio de su casa, la nieve se veía teñida de un gris apagado, pero en realidad, todo en Spinner's End tenía una calidad industrial. No poseía la grandeza de un lugar pintoresco; Más bien, la pequeña ciudad de Cokeworth estaba sumida en una especie de melancolía perpetua. No había atractivos turísticos notables, solo pequeños restaurantes locales intentando sobrevivir en un ambiente apagado. Un río contaminado serpentaba peligrosamente cerca del monstruo de ladrillos que era Spinner's End; el hedor que emanaba de él había atormentado a los vecinos durante años.

Su casa no destacaba en belleza ni diferenciaba mucho de las demás, con fachadas de ladrillo sin césped ni flores. Sin embargo, era el interior lo que la hacía acogedora. Los hechizos mantenían a raya el olor del río, mientras otros aseguraban una temperatura agradable en todas las estancias. Había un papel pintado vistoso que Lisever insistía en renovar cada verano, ya que el paso del tiempo lo deterioraba debido al abandono que presentaba cuando estaban en Hogwarts

Lisever dejó el último obsequio que Draco le había enviado en su cama, sumando así cinco regalos en total, mientras ella solo había enviado un kit para escobas que seguramente él ya poseía. A pesar de eso, al amanecer, envió una lechuza para expresar su gratitud junto con otro regalo.

Eran las nueve de la mañana y, por alguna razón, no escuchaba a su padre moviéndose por el salón ni los ruidos habituales provenientes de la cocina mientras preparaba su tradicional desayuno navideño. Al salir de su habitación, esperaba encontrarlo en la suya, pero tampoco estaba allí. La única explicación plausible era que él había aprendido a cocinar en silencio o tal vez había utilizado un Muffliato para no despertarla.

Descendió descalza por las angostas escaleras hasta llegar a la puerta del salón. Su padre la reprendería por no llevar zapatos, y ella se justificaría diciendo que era Navidad, sabía que esto no lo alegraría mucho, en cambio ella permanecia feliz, era difícil borrar la sonrisa de su rostro ese día porque en realidad no existían motivos, aunque si los había y estaban parados frente a ella como si todos los años no importaran; su padre la miraba con los brazos cruzados mientras ella hablaba.

Lisever no supo si era que su padre de verdad había encantado la sala o siplemente sus oidos se cerraron de golpe con la sorpresa de verla.

—Lissie —dijo al verla, con una sonrisa. Lisever sabía que su madre estaba siendo cínica al estirar los brazos, esperando que su hija corriera a abrazarla. Sin embargo, en lugar de acercarse, Lisever retrocedió instintivamente, como si fuera un animal asustado ante un extraño.—. Es bueno verte —terminó con un deje de decepción en la voz, bajando los brazos al ver la poca emoción en ella.

Lisever miró a su padre que movía la cabeza con desaprobación «Es bueno verte» después de tantos años y era lo único que decía ¿De que se trataba eso?

—¿Qué hace ella aquí? —preguntó a su padre, ignorandola por completo.

—Tu madre ha pensado que sería una buena idea sorprenderte hoy —contestó, mirando con desdén a la mujer frente a él—. Y creyó que aún eras la pequeña niña que espero por dos años mirando por la ventana a que regresará.

—Severus...

Lisever observó a su madre con una mezcla de incredulidad y resentimiento. Por años, su madre la había dejado de lado, y ahora, de repente, decidió aparecer como si nada hubiera pasado. Se sintió abrumada por una avalancha de emociones contradictorias: sorpresa, enojo, tristeza y una pizca de esperanza de que tal vez, esta vez, las cosas eran diferentes. Pero no quería hacerse ilusiones como siempre, su corazón solo podía soportar una decepción por mes y Harry Potter ya la había tomado.

—Solo quería verte, saber cómo estás —dijo, volviendo a dirigirse a su hija.

Lisever abrazo el brazo de su padre en un intento de sentirse protegida, no quería ver la cara de su madre porque se vería en ella, eran tan parecidas, el cabello negro y lacio, los ojos negros heredados de Tobías Snape. Podría pasar por su hermana debido a lo joven que se veía y por todo el parecido físico heredado de los Snape-Prince.

Harry Potter and The Hidden LegacyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora