Capítulo 8: Mondadori.

160 14 0
                                    

-Son los mismos que atacaron en el almacén -informa Kinn, frunciendo el ceño con preocupación.

Observo uno de los cadáveres y decido quitarle la máscara-¿Qué mierda? -exclamo, arrugando la nariz al ver el rostro quemado de la persona.

-Así son todos los demás -menciona Danga con un gesto de desagrado, dirigiéndose a nosotros.

Uno de mis subordinados camina rápidamente hacia mí-Jefe, los que quedaban se suicidaron.

Kinn frunce aún más el ceño confuso-¿Se suicidaron?

-Así es, señor -asiente Lan con expresión seria.

-¿Qué clase de tortura psicológica debieron haber experimentado para haber hecho esto? -me pregunto mientras observo cada detalle del rostro de esa persona, con ceño fruncido y expresión reflexiva.

-Es un hecho que no quieren que demos con ellos -dice Porsche, con gesto de preocupación.

-Jefe, ¿deberíamos llevar los cuerpos? -pregunta Dang, con una mirada inquisitiva.

-No lo creo. ¿De qué nos sirven si sus rostros son irreconocibles? -respondo, encogiéndome de hombros con desdén.

Miro a Kinn-¿Macao y su amigo están bien? -a lo que él asiente con un gesto de alivio-No tenemos nada que hacer aquí -digo con determinación, mirando al vacío-. ¡Vámonos! -mi voz resuena en toda la bodega, con un tono autoritario.

Camino con decisión hacia la salida, seguido de mis subordinados, con la mandíbula tensa y los hombros cuadrados.

-¿Cómo está Porchay? -le pregunto a Dang, quien camina tras de mí, con la cabeza ligeramente inclinada.

-Aún no despierta, pero ya ha llegado a la casa de la primera familia -responde con gesto preocupado.

-Carajo, ¿quiénes serán estos jodidos? -me pregunto, frunciendo el ceño con frustración.

-¿Piensa ir a verlo?

-Por supuesto -respondo con determinación, mientras subo al auto del lado del copiloto y cierro la puerta con firmeza.

Dang sube también-¿Cree que sean los italianos? -pregunta con una mirada escéptica.

Suspiro harto-Ni puta idea, estos cabrones ya me tienen bastante confundido. -me recuesto en el asiento con gesto de agotamiento, frotándome las sienes con frustración.

El camino es largo, pero finalmente llegamos. Sin pensar en mi familia, me dirijo directo a donde está Chay, quien se encuentra en la zona médica.

Entro a su habitación sin tocar, ya que me han informado que aún no ha despertado.

-Chay... -pregunto al verlo despertar poco a poco.

Él me mira con ojos llorosos, y procedo a abrazarlo. Mis brazos lo rodean con firmeza, transmitiendo mi deseo de protegerlo-Por favor, perdóname-mis ojos comienzan a llenarse también de lágrimas-Dime qué te hicieron-pido entre sollozos.

-No mucho... solo me dejaron algunos moretones. El que realmente me preocupa es Aiden.

Mis cejas se fruncen de preocupación y mis ojos reflejan furia-¿Aiden? -ese maldito merece los siete infiernos, desearía que supiera lo que hizo.

-A él realmente lo estaban torturando.

-¿Por qué a él? -pregunto curioso e interesado.

-Querían algo de él, un tal Davide Mondadori.

Mis ojos se abren de par en par-¿D-Davide Mondadori? -pregunto inseguro, a lo que Porchay asiente.

-P'Kim, ¿dónde está Aiden? -pregunta Chay preocupado.

ANOTHER CHANCE BASED ON LIES // Kimchay (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora