ANOTHER CHANCE BASED ON LIES // Kimchay (+18)

Capítulo 10: Jugada sucia.

-A ver... ¿y cómo podrías ayudarnos? -pregunto, notando una sutil inclinación de su cabeza mientras sus ojos escudriñan mi expresión.

-No soy muy cercano a mi familia... -responde Aiden, arqueando una ceja que revela cierta incomodidad en su gesto.-Hablemos de esto en otro lugar -propone, señalando discretamente hacia un rincón más apartado.

Observo a mi alrededor, el pasillo vacío. -Por mí, está bien.

Aiden da la vuelta y comienza a caminar hacia la habitación que le asignaron, retirada de donde estamos. Lo sigo, intentando descifrar sus pensamientos en cada paso.

Entramos a la habitación, y Aiden toma asiento en el sofá mientras suspira, sus hombros cayendo ligeramente con el peso de lo que está a punto de compartir.

-Entonces...? -pregunto, leyendo sus gestos en busca de pistas.

-Como ya sabes, soy ex miembro de la mafia. Nunca fui cercano a mi familia. En cuanto cumplí la mayoría de edad, me fui de casa con la idea de que no volvería a involucrarme en negocios turbios -rie irónico-. Qué equivocado estaba.

-Nadie puede salir de esto.

-Y bien que lo sé.

-¿Y bien?

Aiden se recuesta ligeramente, su mirada perdida en un punto distante. -Hay alguien que puede ayudarnos, alguien que conoce bien a Davide. Desconozco por qué dejaron de relacionarse; solo sé que una vez intentaron matarse.

-¿Su nombre es...?

-Aat. Un viejo amigo.

-¿Qué nos puede proporcionar?

-Información que probablemente no tenemos en cuenta. -Aiden, con una expresión seria, enfatiza la importancia de sus palabras.

-¿Dónde podemos encontrarlo?

-Vive en el centro de Bangkok, en una zona no muy segura. Lo mejor es esperar; no es muy seguro salir ahora.

-En eso tienes razón.

Miro hacia la puerta y luego a Aiden. -No le cuentes a nadie sobre esto.

-No te preocupes -responde antes de que pueda soltar un suspiro.

Me dirijo a la puerta; al abrirla, me encuentro con la última persona que necesito ver en este momento.

Lo jalo hacia fuera, y mi expresión refleja una mezcla de sorpresa y molestia. Pregunto: -¿Qué demonios haces aquí?

-A donde sea que vayan, quiero ir con ustedes.

-Porchay Kittisawasd, con un carajo, ya hazme caso.

-No me ocultes cosas -exclama Porchay, a lo que lo tomo del brazo con firmeza, y lo llevo a rastras a su habitación. -¡Suéltame! -me ordena, a lo que hago caso, pero mi mirada intensa le transmite que no estoy dispuesto a discutir.

-Porchay -tomo aire-, deja de ponerte en riesgo.

-No lo estoy haciendo.

-Sí, sí lo haces. Deja de contradecirme; yo tengo razón y lo sabes.

-No sabes nada, P'Kim. No me importa lo que digas, voy a ir.

-No, no lo harás. Me vas a escuchar y te vas a quedar aquí -mis palabras son interrumpidas por un beso de Porchay. -Eres tan injusto -mis manos están posadas en la espalda baja de Chay, mientras que sus brazos están enredados en mi cuello.

Sonríe con picardía -Lo sé -siento el roce de sus labios de lo cerca que estamos.

Siento cómo Chay examina mi rostro, su mirada se va a otro lugar, uno más abajo.