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La mayoría de los participantes estaban en el patio de la casa, algunos estaban en la cocina y los otros en los cuartos.
Mía estaba en el cuarto de los chicos con Manzana, aunque el estaba durmiendo.
Mía no dormía con los chicos pero no quería estar en el cuarto de las chicas, más que todo porque no quería mostrarles lo que estaba escribiendo en su cuaderno.
Ella sentía que nadie la iba a interrumpirla en ese cuarto, además, la única persona que estaba ahí era manzana y el solo estaba durmiendo.
Mía estaba escribiendo un tipo de guión, en realidad solo estaba escribiendo cosas que estaba sintiendo las últimas 24 horas.
A Mía le gustaba escribir los sentimientos que sentía en algunos días, además de que la mayoría de la películas independientes que ha dirigido tratan sobre sus sentimientos o cosas que le han pasado que la han dejado pensado.
De la nada ella empieza a escuchar unos gritos que se iban acercando, Mía cerró rápidamente su cuaderno y simplemente se quedó jugueteando con la tapa de la lapicera.
Los chicos entraron rápidamente al cuarto y empezaron a despertar a Manzana.
–CHICOS VINO UNA NUEVA PARTICIPANTE–Dijo Axel mientras los miraba a los dos.
–DALE MANZANA LEVANTATE!!
Mía se rió viendo el intento de los chicos por despertar a Manzana.
–Ah hola Mía–Alan la saludo desde la puerta con una sonrisa.
–Hola Alan–Le respondió con una sonrisa.
Ella se levantó de la cama y dejó que los chicos levantarán a Manzana.
Fue al cuarto de las chicas y dejo su cuaderno en el estante que había arriba de la cama.
Se miro al espejo, se veia rara, se sentía rara, se sentía bajoneada y no entendía el porque.
Ignoró esas sensaciones y se acomodo el pelo y la ropa antes de ir afuera y ver a la nueva participante.
Narra Mía
Abrí la puerta y fui hasta donde estaba la chica, era muy linda y no voy a fingir que no tuve un Bi-panic.
–Hola soy Sabrina un gusto–Se presentó con una sonrisa en su rostro.
–Mía, un gusto–Le sonreí mientras la saludaba.
Después de un rato vino un chico que si soy sincera ya me olvidé su nombre, me perdía demasiado con los nombres, me los confundía.
Lo saludé normal, aunque parecía que las chicas estaban casi ensima de el.
Después de un rato los mandaron a los nuevos a cambiarse y a practicar para la prueba del líder.
