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—Me llevaré estos libros! Cuando los tendré que devolver?

—Sobre unos 10 días Biyis!

—Esta bien, Gracias Belly, Buen día!

Salió por la puerta, sonando una campana que indicaba cada vez que entraba o salía alguien, me puse a ordenar los libros, por colores, como le gustaba a Simón y su esposa, lo hacían juntos, pero cuando Simón se hizo mayor y la esposa murió ya no podía...

Iba a tene un Código de colores, los del arcoiris, empecé a colocar, pero antes tuve que sacar todos los libros, eran demasiados, iba poco a poco y aún que me sintiera cansada. Me entretenía aún que se hizo de noche, fui a la habitación de Simón y lo avise

—Simón ya me voy, mañana vendré, esta bien?

—Si Belly, Buenas Noches

—Buenas noches! —Dije cerrando la puerta y la puerta de la librería

Iba con mi cesta caminando hacia el pueblo, la Luna era llena y estaba hermosa, aun que con los árboles no se veía muy bien, pero era realmente linda, sentía una mirada en mi, y sabía que estaba cerca del Pueblo, Por lo que enganche mi cesta a mi brazo, recogi mi falda con las manos a los laterales de la falda y sali corriendo, sentía pasos, pero no eran apresurados, eran lentos y seguros, pero lo sentía como si tuviera aquellos pasos cerca aún que corriera. Cuando mire atrás solo veía árboles, los pasos ya no se escuchaban

—Hay alguien ahí!? — Dije sacando mi cuchilla y mirando hacia lo lados

No se escuchaba nada, raro, si hace minutos escuche los pasos, no será... No! Es solo un rumor! Pero el esta vivo...

Será... Él?

No! deja de pensar eso!
Escuche cerca de mi la hierba moverse, pero no hacia viento, sentí que tenía algo sobre mi falda, mire hacia bajo extrañada, un conejo! Era blanco y tenía... Los ojos rojos, precioso!

—Hola hermosura! —Dije agarrando lo en brazos, estaba medio dormido

Me senté y apoye mi cuerpo en el tronco de un árbol, tenía al conejo en mis piernas, iba cerrando sus ojos a medida que lo acariciaba, deje mi cesta a mi lado y saque una fresa, tenía hambre de correr, podría pasar aquí la noche... Pero puede ser peligroso, levante mi cabeza y vi un árbol gigante junto a una roca que reconocía, no era como las demás, ella tenía Marie, lo hice a los 13 años en honor a mi madre

Cuando fue quemada, no tenía nada de ella, solo lo que me enseño de brujería, por lo que con ayuda de Auron lo hice, el de aquella ya era mayor de edad, cuando supo lo de mi madre me ayudó inmediatamente

Esa piedra tiene todo el amor por mi parte...

Volviendo a la realidad, el conejo estaba ya dormido, me lo iba a quedar, saque mi manta de picnic y me tape tanto al conejo como a mi, aun que el tronco no era cómodo no sentía dolor

—Ahora que lo pienso, que nombre te pondré? Eres hombre o mujer, lo tendré que mirar?

Lo levanté, si era hombre, lo baje con cuidado de que no se despertará

—Ok, eres hombre... Te llamaras... Clover!

Era un lindo nombre, lo escuche una vez que iba paseando por el pueblo, sinceramente creo que eran extranjeros por si acento, pero se que iban a una batalla, ya nunca más los vi...

Me puse a comer fresas, cuando escuche alguien hablar atrás del tronco en el que estaba, la voz no la conocía

—Que conejo más facha—me gire..
No había nadie...

—Tiene que ser mi imaginación, espero... —Dije pensando que estaba... Sola

—Tremenda pelotuda sos señorita —Dijo alguien, no sabía de donde venía, no veía nada!

—Quien eres! — Dije levantando un poco la cuchilla en modo de defensa

—No te lo diré

En ese momento me asuste y empece a meter las cosas en la cesta, agarre el conejo y me levante aterrada

—Maldito animal!

—Pobre conejo...

—Se lo digo a usted!

Dije, salí corriendo con el conejo en brazos, ni de broma me detendré...

Valentía ; SpreenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora