Capítulo 8

643 66 17
                                    


Cuando Jaemin le confesó la verdad al alfa que tenía enfrente, pensó que este jamás le creería y que, en su lugar, se iría de ahí con el fin de no responsabilizarse ni mucho menos, aceptar a su hijo cómo suyo a pesar de las malas decisiones que ambos habían tomado en el pasado.

Es por eso que cuándo la confesión se le escapó y finalmente el mayor pudo saber la verdad, sintió como sus ojos se cristalizaron de tal forma que fue incapaz de contener el llanto al ver la expresión del alfa, la cuál era de suma emoción a tal grado de romperse ahí mismo a llorar.

No podía creer que aquella noticia fuese la verdad y más que la verdad. Sobre todo, porque ahora más que nada cuidaría de Jisung, ¨Su hijo¨ y seria el padre que él tanto deseaba tener.

—¿Es verdad lo que me estás diciendo? — quiso saber, haciendo un esfuerzo sobrehumano por no gritar o llorar más de lo que ya lo estaba haciendo — Jisung... ¿Es nuestro hijo?

Y sintiéndose terriblemente aliviado y sensible tras ver sus reacciones, este asintió y extendió sus manos una vez lo vio ponerse de pie y correr emocionado hacia el omega el cuál en todo momento no dejó de sonreír y llorar.

—Tú eres su padre, Jeno. — sollozó cuándo sintió la calidez de su cuerpo sobre el suyo, tomándolo con tantas fuerzas que aquel gesto le brindaba tanta paz — Tú y nadie más.

—¿Y por qué jamás me lo dijiste? — susurró Jeno, al mismo tiempo en que quitaba las lágrimas del menor con ayuda de sus pulgares — ¿Sabes lo que hubiera hecho con tal de tenerlos conmigo?

—Cometí tantos actos de resentimiento que el hecho de que cuando tú decidiste irte de nuestras vidas, juré que jamás te contaría sobre nuestro hijo ni mucho menos. — hizo una pausa para sollozar — Dejaría que tú lo reclamaras cómo hijo.

—Créeme que ahora más que nada hay muchas cosas que debo contarte. — confesó el pelinegro mientras lo abrazaba fuerte — Y para eso necesito que tú me concedas la oportunidad de que ahora pueda estar para ti y para mi hijo.

—Yo no voy a quitarte la oportunidad de que puedas pasar tiempo con nuestro hijo, Jeno. — se sinceró con un nudo en la garganta y una pequeña sonrisa la cual estaba nada de volverse en una mueca a costa de la melancolía — Pero ahora más que nada debes entender que el contarle la verdad a Jisung quizás pueda ser muy shockeante para él, así que tal vez lo mejor será ir despacio con este tema y esperar a que el tiempo lo diga.

—¿Y qué hay de nosotros?

Jaemins sonrió, pero su sonrisa no demostraba algo más que melancolía y miedo; miedo de volverse a enamorar y ser herido cómo le ocurrió en el pasado.

—Quizás el tiempo lo diga, Jeno. — soltó un largo suspiro — Pero por ahora lo único que me importa es que mi hijo esté bien y que ahora que lo sabes, ambos podamos estar para él cómo se lo merece.

Dijo, a lo que el alfa se mostró sumamente de acuerdo. Sobre todo, porque también entendía que tenía miedo, y todo por culpa suya.

Había cometido tantas cosas en el pasado. Se había dejado influenciar por su familia ya que hubo momentos en los que él mismo no tenía el control de su vida. Así que para evitar agobiar a Jaemin, lo único que pudo hace fue estar en acuerdo a sus peticiones, dándole a este un abrazo más y un beso en la mejilla antes de susurrarle:

—Aun así, te agradezco por darme la oportunidad de que algún modo, estaré presente en tú vida y en la de mi hijo. — susurró suavemente, para luego encarar al omega de ojitos brillantes el cual hacía incluso a su lobo revolcarse con emoción — Pero aun así, espero que puedas darme la oportunidad de poder hablar contigo.

Dad's secret | NominDonde viven las historias. Descúbrelo ahora