Capítulo 11

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Jeno no imaginó que las cosas irían por otro rumbo. Sin embargo, se sentía terriblemente bien al saber que Jaemin confiaba en él como en la primera vez.

Además, de que le aseguró que todo lo que pasaría sería a consentimiento suyo, así que vivir atormentando sobre lo que pasaría después era algo de lo que él no debía preocuparse.

—Siento que está mal.

—¿Por qué lo dices? — preguntó el omega con un leve puchero — ¿Es acaso porque todo esto ha sido repentino para ti?

—En realidad es por nuestro hijo, Jaemin. — musitó suavemente, mientras se rascaba el brazo — Me preocupa que escuche algo, ¿O qué tal si viene aquí y nos ve a ambos en...? — de sólo pensarlo se avergonzó mucho, tanto que Jaemin tuvo que ir con él para darle un beso en la mejilla — Ya sabes...

—En ese caso creo que tendremos que llamar a alguien. — propuso él, pero Jeno no entendía a qué se refería.






















—¿Es enserio, Jaemin? — le reprochó el beta, mientras que su alfa lo abrazaba debido al fuerte frío que hacía allá afuera — ¿Me llamas a media noche sólo para que seamos niñeros de Jisung y tú puedas ir a pasar tu celo cómodamente con Jeno?

—Bueno, ¿Y no es eso lo que querías que hiciera?

—¡Si quería! — chilló Haechan — ¡Pero lo que no está bien es que me llames en plena media noche!

—¿Entonces prefieres que me quede aquí y corra el riesgo de que Jisung...?

Pero antes de que pudiera continuar, el alfa interrumpió — Vete tranquilo, Jaemin. — dijo Mark mientras ponía distancia con el lindo y abrigado omega de melena rosada — Nosotros cuidaremos al cachorro, tú no te preocupes.

—Les prometo que se los voy a pagar, lo ju-

—Más vale que ese tipo te marque y de paso te de un bebé más, ¿me oíste? — amenazó el beta a modo de burla, sacándole tanto a Jaemin como a Mark una sonora carcajada — Y sobre todo que pueda estar contigo y no te deje solo cómo lo hizo hace tantos años.

—Confío en que eso no va a pasar.

—Entonces vete. — le dijo Haechan con una media sonrisa — ¡Anda!, ¡Vete ya a que te rellene cómo pavo de navidad!

—¡Haechan! — exclamaron ambos chicos entre risas.

Pero claro, sabiendo el humor acido que el beta se manejaba, lo único que Jaemin pudo hacer fue abrazarlo y darle las gracias antes de irse corriendo hacia el auto de Jeno, quien al verlo correr hacia él, salió del vehículo para abrirle la puerta, seguido de despedirse de los amigos del omega y dándoles ahora las gracias por hacerse cargo del pequeño.

Dad's secret | NominDonde viven las historias. Descúbrelo ahora