III

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Michel estaba entrando a la gran residencia mirando curioso los alrededores, el primer día que estuvo ahí nisiquiera pudo mirar los grandes jardines que rodeaban la casa.

Al llegar al acceso que por cierto, un guardia lo acompañaba, Christian lo recibió amablemente guiándo a Michel a la oficina de Max.

— Toma asiento, en un momento llegará Max Emilian para atenderte— Christian salió de ahí cuándo Michel se sentó en la silla.

El aroma de Christian era tan acogedor para Sergio, de cierta manera le reconfortaba y lo mantenía en un sentimiento alegré y pacífico.

Miche notó que la silla era muy comoda, acolchonada y algo baja, además era giratoria, cosa que no se quedó quieto y empezó a girar como niño pequeño.

— Max Emilian?... — Michel estaba curioso por saber quién era ese tipo— supongo que es el padre del niño...

Espero que esto sea lo que había estado buscando... ojalá me acepten.— Michel pensaba en sus adentros, estaba feliz nervioso? Tenía muchas emociones acumuladas.

(...)

— Esta aquí— Christian entro a la sala de estar y Max giro en su dirección levantándose del cómodo sofá.

— Gracias, por favor, no entres hasta que te llame, solo quédate afuera.

Max fue serio y recto con sus palabras, si bien la privacidad era algo de su prioridad y respetaba demasiado eso.

Christian asintió y siguió a Max hasta su oficina quedándose afuera al lado de la puerta, se sentó en la silla que había ahí y empezó a mirar algo curioso en su celular, no sin antes cerciorarse de que no había nadie chismoso por ahí.

(...)

Michel seguía dando vueltas en la silla, justo cuando le dio la espalda a la puerta alguien entró y él se giró rápido mirando al hombre rubio, alto y de ojos azules cruzando la puerta.

Max carraspeo y se colocó del otro lado de la silla, mirando con desaprobación al ver al contrario girar en la silla, al instante lo dejo pasar.

Buena tarde, mi nombre es Max Emilian...— Max miró de arriba a bajo al pecoso, estiró la mano para que el contrario la tomara, no era más que un saludo formal— Sergio, cierto?

— Si, Sergio Michel... — el pecoso estrecho la mano del rubio, cuando la soltó se acomodo mejor en la silla.

En ese momento Max notó el aroma del contrario, era muy dulce, eso hizo que arrugada la nariz y soltara un suspiro de disgusto, su Alfa gruñó levemente.

— Bien, iré al grano— Max emilian tomó asiento, abrió su laptop y empezó a leer algunas cosas, calmandose asi mismo y seguir a lo que iba. — hemos analizado las pruebas que te hicieron anteriormente, tu grado de estudios es bueno, así mismo investigamos un poco más de tus estudios, tu carrera principalmente.

Michel ponía atención a cada palabra que salía de los labios del contrario, debía admitir que estaba algo tenso, había notado el disgusto y como arrugada la nariz, pero no sabía el por qué  exactamente de eso.

— Haz sido elegido para ser el tutor— Max miró al pecoso, esperando una reacción por supuesto

Michel no evitó emocionarse, no lo demostraba demasiado, pero su aroma lo delataba...

— Debemos hacer un horario, te asignaremos un sueldo, no sin antes estar en un mes de prueba, mientras nos acoplamos a esto— miro a Michel— tienes algún problema u objeción con eso?

Max abrió las ventanas con un control que tenía en su escritorio, el aroma del pecoso lo estaba abrumado y dando ganas de vomitar, no había presenciado un aroma tan fuerte como ese. Pero.. un momento ¿que casta era este? Si bien es cierto que algunos Alfas tienen aromas dulces, pero los más fuertes eran de algún Omega o Beta... nisiquiera le preguntó y no venía en su curriculum algo tan importante.

Tutor Privado / ChestappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora