Tutor Privado / Chestappen

XI

El sonido de la voz detuvo su pequeña discusión, no se habían percatado de la posición algo fuera de lugar en la que estaban.

Michel estaba entre las piernas de Max casi arriba de él, su cara llegando al pecho del rubio...

Sergio se levantó rápido y torpe de encima del rubio, mientras se arreglaba la camiseta.

Igualmente Max se levantó y soltó un suspiró al ver a su padre mirando la escena.

— No pasa nada... — Max se tiro el "polvo" de sus hombros y miro al pecoso con frialdad y después a su padre. — solo que Sergio tiene dos pies izquierdos, no sabe caminar ¿Querías hablar conmigo, padre?

— Deberías tener más cuidado, podrías lastimar a alguien por tu torpeza — Jos miró al pecoso de arriba a bajo y después se dirigió a su hijo.

— Quería hablar contigo antes de dormir, vamos a tu oficina — Jos y Max salieron de ahí mientras Michel se quedaba en el pasillo.

Michel se sintió atacado por ambos, pero no podía atacarlos con palabras, verdad? Se llevaría un mal sabor de boca y tal vez su despido.

Se quedó mirando al rededor, el gato había desaparecido... intentó buscarlo por otros lados, hasta por el primer piso, pero no había rastro del pequeño gato.

No tenia problemas si no tomaba la medicina cierto? Se sentía bien, por ahora.

— Mierda... estúpido seas Max Emilian — El Omega estaba molestó, de repente el rubio actuaba cómo un idiota.

Regresó a su habitación derrotado de no poder hallar al gato, dispuesto a dormir hasta el siguiente día, se sentía tan relajado en esa cama tan suave y grande.

(...)

— Victoria vendrá mañana, dice que tendrá que interferir en la decoración porqué eres pésimo — Jos habló con diversión

— A mi hermana no le gusta nada de lo que yo propongo — Max rodó los ojos divertido— pero esta bien, que ella se encargué

— También quiere hacer la lista de invitados— Max levanto la vista

— Ya... no sé supone que la harás tú? — Max estaba algo confundido

— No, ella sabe los del año pasado, yo no tengo el tiempo para pensar en eso— Jos cruzó los brazos.

Max recordó a la familia de Sergio tal vez podría hacer una buena obra de caridad para qué fuera una sorpresa para el pecoso, tal vez podría contactarlos... ¿Pero cómo?

— ¿En que piensas, Max? — Jos miró a su hijo que estaba perdido en sus pensamientos

— Oh... nada, sólo pensaba en Victoria y sus decoraciones extravagantes — Max sonrío y se cruzo de brazos mirando a su padre.

Pasaron al rededor de una hora hablando de temas variados a parte de la celebración, después ambos regresaron a sus habitantes para descansar.

(...)

El calor y la luz del sol despertaban a cierto pecoso, quien estaba enredado en las mantas tan calentitas, se removió en la cama hasta alcanzar su celular, era algo tarde... 11 de la mañana...

Se ducho y salió de ahí con ropa que usualmente usaba... camino a la cocina empezando a buscar algo de comida... tenia mucha hambre