VII

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— Cómo puede vivir por estos lugares... joder— Max salía de su auto, lo había estacionado detrás del edificio de departamentos.— Esperemos no le pase nada.

Desabotono su saco de vestir, le estaba estorbando para caminar rápido, el cielo estaba nublado y tenía señales de que lloverá en cualquier momento.

Camino dentro de uno de los edificios y fue a la recepción, había una mujer de baja estatura, parecía distraída. Max golpeo la campana de aún lado y la mujer levantó la vista encontrándose con los ojos fríos de Max.

— Estoy buscando a una persona, su nombre es Sergio Michel... sabes si esta residiendo aquí? — su voz no tenia la intención de ser amigable, cosa que intimido a la mujer, pues las fermonas del Alfa estaban saliendo muy fuerte.

— N...no puedo darle esa información, va en contra de las reglas de mi trabajo...— la voz de la mujer salio temblorosa

Max saco un fajo de billetes y los puso frente a ella, cómo si fuera un chupete para un bebé.

— pero podría hacer una excepción...— la mujer iba a tomar el fajo de billetes, pero Max no se lo permitió

— Primero dime lo que quiero saber— sonó amenazador...

La mujer intento tomar aire, le estaba afectando las feromonas que quería desmayarse, se sentía intimidada.

— Bien... — la chica tecleo rápido en su computador, había un registro con ese nombre— Michel... Perez?... Esta en la habitación 27 del 3er piso...

Max casi le tiro el dinero en sus manos y se adentro al edificio con rapidez, subió por las escaleras, no tenia tiempo de esperar el ascensor, caminaba por los pasillos a paso marcado, su respiración era fuerte y sus feromonas peor.

Llegó a la habitación, intento abrir la puerta, obviamente estaba cerrada por dentro... retrocedió unos pasos y le dio una patada con fuerza, no se abrió, retrocedió de nuevo y tomó más impulso y le dio otra patada, la puerta se abrió rápido, tal vez había roto la manija... y puede ser qué el sonido habría desconcertado a los vecinos.

Se adentro con cuidado, el aroma del pecoso se había adentrado en sus pulmones, algo no estaba bien...

Max llegó a la pequeña sala de estar y miro dos puertas a otros dos espacios, alguna debía ser la habitación, su Alfa siguió el aroma y abrió la puerta despacio, como si detrás hubiera algún problema...

La abrió y el aroma del pecoso lo golpeó al instante, se sostuvo de la puerta y cubrió su nariz con el antebrazo... su Alfa estaba inquieto casi volviéndose loco...

— Mierda...— la mirada de Max viajo al contrario que estaba enredado en una manta, y jadeaba por lo bajo, sus ojos los tenía algo apretados, casi mostrando los dientes.

Algo en el Alfa se estaba revolviendo...

(...)

— ¿dónde demonios se metió Max? No esta por ningún lado— habló Christian, nisiquiera entraban las llamadas al celular del Alfa, eso quiere decir que esta lejos del centro de la ciudad...

— Tal vez y se fue a divertir— Wolff estaba sentado en la sala de estar con los brazos extendidos sobre los cojines del sofá.

— No lo creó capaz, además tenía clase con su tutor... con Michel— se paró a un lado de Wolff

— ¿Y ese tal Michel? — el Alfa levanto una ceja

— Tampoco está...— Christian estaba angustiadose, era la primera vez que Max descartaba una clase de la nada

— Relájate un poco— El Alfa se levanto y enredo al Omega en un abrazó — No te angusties, ¿Quieres que vayamos a buscarlos?

El Alfa soltó algunas fermononas para tranquilizar al contrario.

Tutor Privado / ChestappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora