tres

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Finalmente habían llegado al clan Metkayina después de un largo y ajetreado viaje. El clima se sentía diferente al bosque, y todo se sentía demasiado diferente.

No habían na'vis igual o parecidos a ellos, y la forma en la que los juzgaron no fue tan de su agrado, en especial por cómo habían juzgado a sus hermanos Kiri y Lo'ak.

Pero buscaría adaptarse de la mejor forma, el lugar era hermoso y con cada cosa se asombraba más. Aunque caminar por las pasarelas era bastante complicado, pues sus pasos rebotaban y no eran firmes.

Después del paseo que les había dado Tsireya, la hija menor del jefe, tuvieron una reunión familiar improvisada donde su padre les pidió que no causarán problemas y que "Los Sully somos uno".

Su padre, Jake, era el más optimista de todo ésto. Buscaba lo positivo para que los demás viéramos que íbamos a estar bien si nos manteníamos unidos, como familia.

Ahora era de noche, las hamacas de los Metkayina eran muy diferentes a las de los Omatikaya, le costó acostumbrarse al tacto para poder dormir mientras escuchaba las olas chocar por debajo del marui. Era un sonido relajante pero nuevo, y eso hacia que sus orejas no dejaran de moverse inquietas ante los nuevos estímulos sonoros.

Debía admitir que estaba bastante ansioso de conocer el arrecife mediante el agua, pero siempre mantenía la compostura.


Al día siguiente, se levantaron temprano como de costumbre. Se arreglaron con prendas aún Omatikaya y salieron de su marui. Afuera los esperaban Tsireya junto con Ao'nung y Rotxo.

Se decepcionó un poco al no ver a Ko'a ahí.

-Mi hermano mayor se nos adelantó, es muy impaciente. Adelante, síganos y conozcan nuestro arrecife- mencionó Tsireya para después invitarlos a entrar al agua, los tres Metkayina se adelantaron y empezaron a nadar.

Bueno, ahora ya no estaba tan decepcionado.

-Vamos, bro- corrió con dificultad por la pasarela hasta dar un clavado y entrar al agua, Lo'ak le siguió el paso y segundos más tarde sus otras hermanas.

Lo que veía era hermoso, un nuevo ecosistema que jamás había visto antes, no podía nadar con tanta habilidad y tan profundo, de igual forma no se podía permitir la distracción de lo nuevo para echarle un ojo a sus hermanos.

Tsireya los había invitado a seguir el paso, pero pronto sintieron la falta de aire y salieron para recuperarlo.

-¿Qué les pasa?- dijo Rotxo en lengua de señas.

-No saben nadar bien- con una sonrisa burlona le contestó Ao'nung a su amigo.

-Alto- Tsireya intervino, mirando seriamente a su hermano y amigo -Son nuevos en ésto-

Ao'nung rodó los ojos, pero un leve golpe en la nuca lo desconcertó, era Ko'a.

-Más respeto, Ao'nung. No son como nosotros, pero intentan adaptarse- la expresión de Ko'a también era seria. Había llegado después de recolectar algunas conchas.

Los Omatikaya habían recuperado el aliento, volvieron a adentrarse y esta vez nadaron más hacia los Metkayina, pero sin ser tan profundos.

Lamentablemente, tuvieron que volver a salir desesperados por falta de aire e hicieron señas de que irían arriba. Los Metkayina decidieron subir de igual forma al ver que los del bosque no aguantarían tanto.

-Van muy rápido, esperennos- pidió la más pequeña de ahí mientras se limpiaba el exceso de agua en su rostro.

-Tal vez se sepan columpiar en lianas pero buceando son..- y un manotazo en su cabeza lo interrumpió, su hermana Tsireya lo estaba viendo con enojo. Esa escena causó una pequeña risa en Ko'a, pocas veces eran las que Tsireya le soltaba un manotazo a Ao'nung por sus estupideces y ya había pasado dos veces en dos días.

S O L D I E R | Neteyam x masc!ocDonde viven las historias. Descúbrelo ahora