Habían pasado unos días desde el encuentro entre Ko'a y Neteyam, ambos se habían vuelto más cercanos. Ahora entrenaban juntos y Tarkxo era su maestro, aunque Neteyam estuviera en principiante era obligación (y querer) de Ko'a estar junto a él durante los entrenamientos.
Neteyam tenía que acostumbrarse a la forma de pelear de los metkayina, era muy diferente a la de los omatikaya. Los entrenamientos eran más pesados, y a pesar de estar practicando con una metkayina principiante perdía al instante.
Su hábitat nunca sería el agua, y eso lo estresaba. Tenía que ser un ejemplo para sus hermanos menores, mostrar que se podía adaptar mejor e incluso mostrarle a sus padres que podría proteger a sus hermanos ante cualquier circunstancia.
Su contrincante, Kalesi, era una metkayina principiante pero bastante fuerte. Claramente tendría mucha ventaja porque el mar está por sus venas y sabe cómo moverse entre la sensación de la arena. Neteyam aún no se acostumbraba a esa sensación, sus pies se sentían incómodos, todo se sentía incómodo.
Tenía que encontrar una forma de mantenerse firme en la arena, pues las olas que chocaban con la arena hacían que se moviera y perdiera el equilibrio. El agua le llegaba a la cintura, y era lo suficientemente fuerte para arrastrarlo de a poco, en cambio a Kalesi no se le movía ni un músculo y se mantenía firme.
Ko'a notó que el omatikaya estaba frustrado y cansado, se notaba en cómo respiraba y en su lenguaje corporal.
-Descansen, mañana seguimos con el entrenamiento- Ko'a anunció, sin siquiera avisarle a Tarkxo sobre eso.
Tarkxo lo miró y negó divertido, su mejor amigo siempre hacía lo mismo incluso si no era el maestro.
-Descansen- terminó de decretar Tarkxo.
Y Neteyam sintió un gran alivio en su cuerpo, salió del agua con algo de dificultad ya que estaba adolorido, sus piernas se entumecieron.
Ko'a se acercó a él y le ofreció un poco de comida -Es bueno para cuando te sientes adolorido, ayuda a calmar el dolor-
-Gracias, Ko'a- Neteyam aceptó la comida y empezó a comer un poco de ella, sabía rica y sus ojos brillaron ante la sensación que tenía en la boca.
El metkayina sonrió, observando cómo el contrario se deleitaba con la comida, la forma en la que sus trenzas caían como cascadas al momento de agachar su cabeza para dar otro bocado de ese manjar para su paladar.
-Yo también tenía algunas dificultades cuando empezaba a entrenar, así que usé algunos trucos.- comenzó a explicar Ko'a -Cuando los entrenamientos acababan, me sumergía hasta que el agua llegara a mi cintura-
El omatikaya lo miraba con atención a pesar de seguir comiendo.
-De ahí, enterraba mis pies en la arena y meditaba. Meditaba para acostumbrarme al movimiento de las olas, para acostumbrarme al lugar donde tendría que entrenar al día siguiente- siguió explicando con orgullo -Gracias a eso aprendí cuándo es que la marea baja o sube, cuándo las olas serán más difíciles de domar o si serán más dóciles al momento de luchar. Lo hacía cada día después del entrenamiento hasta que logré adaptarme y logré memorizar, así mejoré notablemente y derrotaba más rápido a mis oponentes-
Neteyam hacía escenarios en su mente sobre el consejo de Ko'a, el cómo el metkayina podría meditar tan fácilmente en el mar y en todos los aspectos, volverse uno con él.
Optaría por usar ese consejo al día siguiente antes y después de entrenar si el tiempo le favorecía, tenía que trabajar el doble pues su cuerpo era más liviano en comparación a los na'vis del arrecife. Así que la adaptación sería el doble o triple de difícil.
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S O L D I E R | Neteyam x masc!oc
Fiksi Penggemarㅤ𖫲ফ࣫. 𖫲 sᴏʟᴅɪᴇʀ 𝒌𝒆𝒆𝒑 ࣮ on ׁ ᴍᴀʀᴄʜɪɴɢ ᳟ on 𝒌𝒆𝒆𝒑 ࣲ ࣫ on ছ࣫ফ𖫲֧ক 𝒌𝒆𝒆𝒑 ࡙ on. Habían momentos en los que Ko'a se preguntaba si lo único que podría sentir era furia. Era...