bubblegum,

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🍭


Para JungKook esto será pan comido, está casi seguro.

Va a hacer que SeokJin tome su virginidad.

Ah, Kim SeokJin. Puede pasar horas hablando de Kim SeokJin. ¿Por dónde empezar?

Lo conoció a través de NamJoon, a quien conoce desde que entró a la pubertad ya que es hijo de una amiga de su madre. Entraron ambos a la misma universidad; JungKook en Artes Visuales y NamJoon en Periodismo, donde conoció al mayor.

NamJoon le había contado contento a JungKook del amable chico mayor quien fue el primero en hablarle el día que empezaron clases. Le dijo cómo había estado nervioso, pero SeokJin lo había hecho sentir muy cómodo y a gusto.

También al parecer, todo el mundo lo amaba. Tal vez no es el primero de la clase, pero los profesores y estudiantes están encantados con él.

NamJoon le dijo que probablemente escucharía hablar de él ya que el mayor era algo así como una celebridad en la universidad. Que siempre que hacían alguna actividad de la facultad, estudiantes de otras carreras asistían solo para ver a SeokJin.

Esto sí despertó la curiosidad de JungKook porque, vamos, ¿tan perfecto era? Le dijo a su amigo que por qué no se lo presentaba él mismo ya que era amigo del mayor y NamJoon le respondió que lo haría la próxima vez.

Y sí, basta con decir que JungKook se cayó de nalga cuando lo vio. Claro, no literalmente, no se humilló tanto.

SeokJin parecía un sueño. Parecía sacado directamente de un libro o de una película.

Atractivamente alto —no mucho más que JungKook, aunque su presencia definitivamente lo hacía sentirse más grande—, sedoso cabello negro, piel de porcelana, rostro cincelado, un cuerpo que hacía que JungKook no pudiera quitarle los ojos de encima, una voz con efecto relajante que salía de su perfecta boca.

Sí, le repasó todo el cuerpo con la mirada. Perdón, pero no pudo evitarlo, ese hombre estaba muy bueno.

JungKook estaba salivando. Nunca se sintió tan gay en su vida.

Estuvo callado cuando NamJoon y SeokJin se saludaban hasta que el mayor volteó hacia él y le sonrió, presentándose.

—Soy SeokJin, un placer. —JungKook se podía ver gimiendo su nombre, claro que sí.

Se dieron la mano y JungKook decidió que él sería el padre de sus hijos.

Los tres hablaron hasta que fue hora de sus siguientes clases, y comprobó lo que dijo NamJoon: a pesar de apenas haberse conocido, es cierto que SeokJin te hacía sentir cómodo. Había algo en su forma de hablar y mirar que lo hacía sentir acogedor.

Con el paso del tiempo JungKook pudo entender lo que le dijo NamJoon la primera vez que hablaron de SeokJin. El mayor era realmente fascinante, viéndolo por donde lo vieras.

Era encantador, caballeroso, amigable, divertido, confiable, tan buena persona. JungKook se volvía un charquito cada vez que hablaba con él. Aún más cuando convivían solo los dos en la cafetería o la biblioteca de la universidad.

Cuando estaban con más personas, SeokJin solía ser bastante animado, pero cuando estaban solos los dos, se mostraba más calmado. Era todo sonrisas suaves y ojitos brillantes, y JungKook se derretía cada día más.

Se dio cuenta de que en realidad tenían bastantes cosas en común, aunque en otras se diferenciaran. Eran como los lados opuestos de la misma moneda, y eso a JungKook le encantaba.

b!tch : jinkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora