little grape,

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Las lágrimas se acumulan en sus ojos; sus dientes mantienen atrapado su labio inferior con fuerza, intentando mantener adentro los sollozos que protestan para brotar de su garganta, mientras esconde su rostro en su almohada y se aferra a ella como a un salvavidas.

Intenta respirar hondo para calmarse. Inhala profundo por la nariz, pero al exhalar por la boca, un quejido roto sale de sus labios en su lugar y más lágrimas logran trazar un patético camino por sus mejillas.

Se dice que el dolor pasará pronto, que acabará pronto, pero es difícil convencerse de eso cuando el sentimiento está tan fresco.

Le cuesta asimilar que SeokJin lo haya dejado así.

Las últimas palabras que le dijo a JungKook antes de salir por la puerta están borrosas para el menor. Lo único que sabe con certeza es que ahora está solo y sufriendo por su culpa.

¿Por qué se fue? ¿Cómo se atreve a irse? ¿Cómo se atreve a dejar a JungKook de esta manera? Cuando JungKook lo vea, lo va a acabar. Lo va a tomar del cuello, lo va a estampar contra la pared y va a-

—¡Amor, volví!

Ah, sí. Tal vez debió aclarar eso.

—¡¿Dónde estabas?! —JungKook alza la cabeza de la almohada como un avestruz lo hace de la tierra, mirando a SeokJin con ojos rojos.

Los ojos de SeokJin se agrandan un poco, sin saber bien qué decir, y alza el cartucho que trae consigo—. Comprando el lubricante, uvita, ¿ya no te acuerdas...?

—¡Claro que me acuerdo! ¡¿Por qué demoraste tanto?!

—L-La farmacia no tenía el sabor que te gusta así que tuve que buscar otra, cariño.

Hyung. —JungKook se sienta en la cama, sus ojos tirando cuchillos en su dirección—. Me. Duele. El. Pene. Ven, ven, mira. —Extiende su mano para que SeokJin se acerque. Este lo hace con una sonrisa divertida, dejando que el pelimorado lleve su mano hasta su polla, que luce de un rojo furioso y dolorosamente sensible debido al anillo a su alrededor. Mira a SeokJin con los mejores ojos de perrito que logra hacer mientras su boquita forma un mohín—. Mira cómo sufre, Hyung, ¿cómo puedes hacernos esto?

—Ow, ¿te duele mucho? —pregunta SeokJin, sus labios formando un puchero condescendiente—. ¿No pudiste aguantar unos cuantos minutos sin mí, amor? —Golpea levemente con su dedo la polla de JungKook, pero el contacto es suficiente para que este gima por la sensibilidad y se encoja en sí mismo, mientras su miembro gotea más presemen miserablemente.

JungKook maldice cuando el mayor lo empuja hasta dejarlo tendido en la cama, aprisionándolo bajo su cuerpo mientras tortura los pezones de JungKook con su lengua.

Un gemido se le escapa cuando el pantalón de SeokJin hace fricción con su polla desnuda e hinchada—. ¡C-Claro que no, hyung! Llevas orillándome por horas. No me has dejado correr ni una sola vez. Estuve... —De repente, se le ocurre una pequeña venganza. JungKook sabe cómo irritar a SeokJin. Parece tonto, pero funciona cada vez, y sabe que esta no será diferente—. Estuve a punto de pedirle ayuda a NamJoon. Y-Ya sabes, que me echase una mano, que me hiciera venir-

No puede ni siquiera terminar la oración cuando siente el vibrador en su culo cobrar vida, haciendo que un grito roto salga de su garganta. Combinado con la presión del anillo en su polla, JungKook siente que está a un paso de explotar y convertirse en una masa de entrañas y pelo morado.

—¡Hyung, mierda! No...

—¿Hm? ¿Qué decías? —Los ojos de SeokJin brillan con maldad, mientras comenzaba a follar a JungKook con el vibrador con dureza—. Ya pensaba dejarte venir porque lo estabas haciendo tan bien, uvita, pero si prefieres ser un mocoso entonces dile a NamJoon que te quite el puto anillo de la polla.

b!tch : jinkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora