cherrypop,

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EPÍLOGO


Seis años después.




—¡Cariño, estoy en casa!

La voz de SeokJin resuena contra las paredes de la casa y ríe para sus adentros tontamente. Siempre había querido decir eso.

Deja la caja que lleva consigo cuidadosamente en el piso antes de despojarse de su saco y zapatos, aflojándose la corbata también. El suspiro que sale por sus labios proviene de lo más profundo de su garganta, sintiendo que puede respirar correctamente ahora que está en casa después de un extenuante y ajetreado día de trabajo.

—¿Amor? —Toma nuevamente la caja y continúa la búsqueda de su novio, subiendo hasta el segundo piso. Sigue el sonido del suave lofi que llena el pasillo y se detiene en el marco de la puerta cuando lo encuentra donde se la pasa la mayor parte del día.

El pequeño estudio en que había convertido la habitación extra es un desastre, pero SeokJin está seguro de que JungKook sabía dónde se ubicaba cada cosa. Desde pinceles hasta lienzos, tizas, carboncillos, uno que otro pincelazo de pintura en el suelo, la habitación gritaba JungKook por cada rincón que se le mirara y eso a SeokJin le encantaba. Era vibrante, desordenada; tan colorida y llena de vida que incluso cuando el mayor estaba solo en casa, la habitación nunca fallaba por recordarle a JungKook.

Cuando finalmente notó que SeokJin había llegado, su brillante sonrisa dejó en vergüenza a los dorados rayos de sol que resaltaban su precioso rostro.

—¡Hyung!

—Hola, cerecita.

—Siempre tan creativo —bromea JungKook.

—Si mantuvieras tu cabello de un color natural no tendría que ponerme creativo con los apodos.

—Soy un artista, SeokJin. Puedo tener el cabello del color que quiera. Además —continúa—, encontrarías la forma. Me llamarías almendrita o mierdita o alguna otra cosa horrorosa.

—Mm, sí, probablemente.

—Irrespetuoso hijo de- —SeokJin se acerca y lo besa para callarlo, lográndolo efectivamente cuando JungKook sonríe al sentirlo acariciando su cabello—. Mmm. También te extrañé. ¿Cuánto estuviste ahí de pie?

—No tanto, cariño. ¿En qué trabajas hoy? —pregunta con curiosidad, echándole un vistazo al lienzo. Apenas está empezando, si los escasos trazos con formas que SeokJin no entiende del todo son indicativo alguno.

—Es una nueva comisión. —Hace un mohín y luego mordisquea su labio inferior, a la vez que mira con ojos preocupados el lienzo frente a él. SeokJin libera suavemente con su pulgar el labio de JungKook de sus dientes—. Esta clienta es importante y necesito hacerlo bien, pero no se me ocurre qué pintar.

—Lo que necesitas es un descanso, amor. Nunca has defraudado a un cliente; siempre les encantan los cuadros que haces. Coger un poco de aire podría ayudar a fluir tu inspiración.

—Supongo que tienes razón. Llevo aquí todo el día. Ya me duele el culito. —Resopla cuando SeokJin toma ambas manos y lo levanta, envolviendo sus brazos alrededor de él y apoyando su mentón en el hombro del más alto—. Ugh, era más fácil cuando tú eras mi musa, hyung.

—Por supuesto, era un modelo increíble.

—Lo retiro. Me caías mejor cuando te sonrojabas cuando te coqueteaba.

b!tch : jinkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora