Fight

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Sin duda alguna necesitaba un descanso. Luego de aquella noche de descanso me estiro en la cama con los brazos extendidos y bostezo liberando todo el resto de cansancio que me queda del día anterior, después me siento en el borde del colchón mirando a la nada con cara de pocos amigos, me quedo pensativo esperando a que una idea caiga a mi mente pero no obtengo respuesta del cerebro, por lo que me pongo de pie y camino hasta el baño a hacer mis necesidades, cepillo mis dientes y paso hilo dental.

Después de una ducha tibia ya se reinicia un poco mi mal humor y ya estando un poco más alegre me paro frente al espejo y empiezo a repetir mis frases diarias de auto-reflexión positivas, peino mi cabello y mientras hago mi rutina escucho que golpean la puerta, entonces acudo a la misma para recibir a quién está del otro lado.

—¿Buenos días? —el juez pregunta con una ceja en alto, dándose cuenta que al parecer aún no me encuentro listo para realizar ninguna tarea. Sin embargo hace un paneo con la vista hacia abajo y comienza a negar con la cabeza cuando ve que solo llevo una toalla en la parte inferior. Esto confirma todas sus sospechas. Por su parte, él ya está más que preparado para /hacer nuestras labores— Parece que debo darte tu tiempo, ¿quieres que vuelva más tarde?

—Adelante —hago un gesto con la cabeza para invitarlo a pasar y giro sobre mi eje, luego comienzo a caminar hacia adentro de la casa. Neuvillette me sigue poco convencido—.

—Puedo volver más tarde si quieres —insiste—.

—Dame unos minutos —digo y nuevamente me paro frente del espejo—.

—Está bien —el mayor me observa algo extrañado mientras realizo mi performance frente al espejo—.

Sin embargo noto cómo el semblante de Neuvillette se torna completamente serio. Casi parece que está enojado, ya que yo me tomo todo el tiempo del mundo con mi peinado por lo que el juez comienza a perder un poco la paciencia, y parado allí sobre el marco de la puerta mirando la situación, inicia con una observación inconsciente sobre mi, como si hiciera un paneo completo de mi cuerpo.

Puedo notar cómo el rostro de Neuvillette va cambiando de enojado a serio, luego sereno. Entonces sus labios se aprietan y sus ojos comienzan a mojarse mientras recorren mi torso y en su mirada se ve esa nostalgia y se tiñe de culpa, al parecer, al notar que aún existen mis cicatrices; es algo que el juez conoce bien pues, sabe cómo me las hice, conoce mi historia y también sabe sobre mi presente más que nadie.

*FLASHBACK*

15 años atrás

—Se acusa al Sr. Thomas Wriothesley de asesinar al Sr. Fausto Conrad luego de ahorcarlo por la espalda hasta dejarlo sin oxígeno, por esto se lo somete a 30 años de prisión en el Fuerte Merópide —Neuvillette lee la sentencia y espera a que la analizadora de su veredicto. Grata es su sorpresa al notar que lo arrojado es totalmente contrario a lo dicho por él—.

Lie me if you can ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora