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Lily

Sigo a Aaron por el pasillo, mientras nos guía a los dos por las escaleras. Su camiseta huele a limpia, a fresco, y me queda lo suficientemente grande como para pasar por vestido. El cinturón que me ha dejado, me lo he puesto un poco suelto, y al mirarme al espejo no he podido evitar que me gustara como me veía. Su camiseta beis con un coche antigüo y con algo escrito en francés que no llego a entender (nunca se me han dado bien los idiomas).

Vuelvo al presente cuando Aaron se gira ligeramente hacia mi mientras bajamos los primeros escalones.

-Parker dice que no le apetece nada de beber. De todas formas no eres su criada, debería mover un poco esas piernas de jugador de baloncesto y cogerla el mismo en caso de quererla.- dice con sarcasmo al pronunciar baloncesto. Pongo los ojos en blanco y, con un resoplido lo adelanto por un lateral de las escaleras para llegar antes con Ryan. Me duele la cabeza y no quiero volver a los comentarios despectivos hacia mi novio.

-Hola preciosa- me dice rodeándome la cintura con los brazos.

-Hola- digo sonriéndole. El me da uno de sus besos intensos, en los que intenta absorber hasta mi DNI, los cuales son de todos menos cómodos, Ryan babea mucho al besar, y es de todo menos agradable. Nunca me han gustado los besos intensos, me agobia la forma en la que la otra persona te absorbe. Me da, aunque parezca mentira, claustrofobia.

Le permito que dure unos segundos antes de apartarme y limpiarme la boca disimuladamente con el brazo

-¿Dónde te habías metido?

-Oh, am- por alguna razón decido guardarme el hecho de que estaba con Aaron, a sabiendas de que no se llevan bien, y le arreglo la chaqueta universitaria que lleva puesta, consciente de que eso le distrae.-Ya sabes, dando una vuelta por ahí.

-¿Y mi cerveza? ¿La has traído?

De repente las palabras de Aaron me golpean y vuelven a mi mente.

"De todas formas no eres su criada, debería mover un poco esas piernas de jugador de baloncesto y cogerla el mismo en caso de quererla."

-No quedaban- digo en su lugar. Me cosquillea la lengua por las ganas de decirle que se la coja él mismo, pero me contengo. Aaron será un imbécil, pero tenia razón al decir que no tengo por qué estar llevando sus bebidas como su criada. Este último pensamiento hace que se me remueva un poco el estómago por la culpa, quiero decir, Ryan no lo hace con mala intención, además, él ha hecho lo mismo por mi muchísimas veces.

-Una pena.- dice volviéndome a besar de forma intensa.

Entonces Ryan tira de mí hacia las escaleras, alegando que le duele la cabeza y que prefiere estar en un lugar más tranquilo, y a pesar de que yo le insisto en quedarme abajo con mis amigas porque me apetece bailar un poco, el sigue tirando diciendo que yo no sé bailar, y que a mi el alcohol no me gusta así que que de todas no me lo pasaría bien.

Yo frunzo los labios y finalmente me rindo, dejando que me arrastre escaleras arriba, a pesar de que no me apetece estar con Ryan ahora mismo nada.

Pasamos alrededor de veinte minutos en el piso de arriba en los que Ryan se la pasa hablando de cosas de baloncesto y yo simplemente intento concentrarme.

-...No crees?

-¿Qué? Perdón no me... ¿qué decias?

-No me lo puedo creer, ¿acaso me estabas escuchando?

-No, lo siento, ha sido un día un poco largo y estoy bastante cansada.

-Sí, y yo tengo dolor de cabeza y en cambio sigo en esta fiesta por ti

Until the lilies freezeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora