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Aaron

Chris me arrebata el bocadillo antes de llevárselo a la boca con el ceño fruncido en mi dirección.

Pongo los ojos en blanco y le insulto por lo bajo. El me hace una peineta y sonrie mientras mastica el bocadillo de pollo mostaza y lechuga de Lily.

Lily.

Tiene un nombre precioso, es muy... no sé cómo explicarlo. Es muy ella. Se ajusta a ella perfectamente. Los lirios son unas flores tan bonitas, delicadas y preciosas, destacan en cualquier ramo de flores. Igual que Lily. Ella destaca entre la multitud.

Dejo de mirar por donde ha desaparecido Lily y me giro para encontrarme con Damon mirándome fijamente.

Levanto una ceja en su dirección esperando que me suelte lo que se le esta pensando. Le conozco lo suficiente como para saber que lo que me suelte será o bien algo que me haga querer reírme en su cara o que se me caiga el corazón a los pies.

Pero el simplemente dibuja una sonrisa de gato de las suyas y se levanta.

-Tengo mi primera clase del día en - mira su reloj de muñeca- cinco minutos. Nos vemos en casa. No creo que vuelva a casa hasta la cena. Y puede que ni siquiera. No me esperéis, guardadme algo de lo que cenéis en la nevera y ya.

-Nooo- lloriquea Chris - ¡nuestro chef personal nos abandona! ¡Aaron haz algo!

Pongo los ojos en blanco y miro a Chris.

-Me acabas de robar mi mitad de bocata, cierra el pico y llama a Leo y a Daniel para que vayan decidiendo que quieren para cenar.Conduzco yo.

Chris extiende las llaves del coche en mi dirección y yo las agarro.

-Quedan más de tres horas hasta la cena, por qué ibamos a estar decidiendo tan pronto lo que queremos.

-La ultima vez que pedimos comida de fuera nos pasamos una hora y media decidir que pedir, y una vez que lo hicimos, nos pasamos otra media hora decidiendo que íbamos a comer. Me niego a volver a pasar por los juegos del hambre de nuevo. Id decidiendo, ya.

Damon se rie antes de despedirse de nosotros con un gesto militar mientras empieza a trotar hacia su clase.

Chris y yo nos metemos en el coche y empiezo a conducir hacia la casa.

Llegamos a los 10 minutos, ya que la casa está a las afueras de la ciudad. La casa es una especie de chalet blanco alargado.

Tiene un camino conformado por piedras rectangulares por encima del cesped, que guia hasta la puerta de la casa.

Al entrar a la izquierda está el salón, totalmente abierto, con un sofa de ocho plazas, con una mesilla de cristal enfrente y una televisión colgada de la pared. Detrás del sofá hay cuatro puertas, la lavandería, dos habitaciones, una de Chris y una de una de Leo, y un baño.

A la derecha de la entrada está la cocina, detrás de la misma están las escaleras al piso de arriba, el cual se conforma de cinco habitaciones, cuatro confrontadas la una a la otra, y la quinta está nada más subir las escaleras. Al final del pasillo está la puerta al baño.

La única habitación que tiene baño propio es la principal, la cual siempre ocupa el capitán, en nuestro caso tendría que ser el hermano de Damon, pero al no vivir con nosotros la habitación es mía.

Cuando cruzamos la entrada, Leo y Daniel están sentados en el sofá jugando a un videojuego que no conozco, con Sean, un jugador de hockey suplente y hermano de Leo, se llevan dos años y se parecen muchísimo, excepto que Sean tiene cara más aniñada y cubierta de pecas, y un pelo largo que le cubre las orejas, como a Damon, y Leo tiene una cara más cuadrada y el pelo más corto, dándole un aspecto más adulto. También hay un par de jugadores de baloncesto cuyo nombre desconozco, y...

Until the lilies freezeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora