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El mero sonido de su voz hace que me estremezca.


De repente soy muy consciente del calor que desprende la palma de su mano en mi muñeca.

Toda mi atención está centrada en mi muñeca.

En el pequeño contacto al que nos está sometiendo con su retenimiento, y que en cambio se siente como si me tuviese agarrada entera.

Me obligo a calmar mi respiración antes de girarme lentamente.

Joder, no me he preparado mentalmente nada para decirle porque no esperaba verle aqui.

Lo primero que veo son sus ojos.

Ese cálido marrón chocolate con el que sin duda he soñado más de una vez. La clase de marrón que hace que de repente el color del barro se te haga el más hermoso del mundo. El marrón que desprende una calidez tan abrumante que de repente los pocos grados del ambiente no parecen nada para la calidez veraniega que me brindan sus ojos.

Y no me hace ninguna gracia.

No puedo evitar la forma en la que me mira. Suplicante. Me está mirando de forma suplicante a pesar de ser su culpa que ahora mismo no me sienta cómoda ni para volver a mi propia casa. A pesar de que él es la razón por la cual no tengo contacto ni con mis mejores amigas. Como si su propia existencia y nombre no hubiesen provocado que yo me tuviera que quedar en las aulas a la hora del almuerzo, porque sí, mis amigas habían seguido juntándose con Chris, Damon y Aaron, más el miembro más reciente, Anya. A pesar de que la única razón por la cual todos ellos ahora mismo tenían contacto era yo. A pesar de que sabían que yo estaba completamente sola. A pesar de que ninguno de ellos había hecho nada para cambiarlo.


Toda la rabia acumulada que tengo por culpa de este hombre salen a relucir en forma de indiferencia fría, pero me aseguro de que cada palabra que diga esté impregnada en el odio que no puedo evitar sentir hacia su persona.

-No tengo nada que hablar contigo.- tiro de mi brazo para que él lo deje ir, a pesar de que ambos sabemos que si él quisiera retenerlo yo no tendría oportunidad de evitarlo.

-Lily, por favor. Déjame explicarte...

-Explicar el qué, ¿exactamente? Estoy bastante segura de que no te arrepientes de nada de lo que has hecho o de cómo eso ha podido afectar a mi vida o relaciones sociales, Aarón.- me aseguro de decir su nombre con rabia, detonando asco.

-Lily, por favor...

-No me da la gana, Aarón. Vete a comerle la boca a Anya o alguna de tus otras amigas, estoy segura de que cualquiera estaría encantada de que les dedicaras un poquito más de tiempo.

-Lily, hazme el favor de....

-Que no quiero, Aa...

-Joder Lily, ¡que te calles de una puta vez y escuches!

Me quedo de piedra ante su arrebato. Sigo sin acostumbrarme a que grite de repente y mucho menos a que el grito esté dirigido hacia mi.

-Lily, joder. Sé que lo hice mal, y no sabes lo mucho que me arrepiento. De verdad, cada día me arrepiento de no haberte seguido fuera de esa fiesta aquel día. Cada puto día me arrepiento de no haber simplemente ignorado las excusas de tus amigas y simplemente haber pasado a tu habitación, y cada puto segundo me arrepiento de no haber ido a aquella cafeteria en esos dias en vez de haberme estado besando con Anya.

Me estremezco ante la mención de la chica y hago amago de irme.

-Aaron, de verdad que no tengo tiempo para esto ahora mismo, ¿podemos hablarlo otro día?

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⏰ Última actualización: Mar 18 ⏰

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Until the lilies freezeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora