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Aaron

El cambio radical de Lily me pilla por sorpresa.

Observo las historias de instagram de algunos de mis compañeros de equipo que se han saltado la práctica mientras descanso en el banquillo del estadio de hockey en el que estamos entrenando, con frustración por que no entiendo por que derepente se comporta asi.

Me llevo la botella de agua a los labios una vez más y frunzo el ceño mientras en mi pantalla una Lily con un vestido negro (muy sexi) mueve las caderas lentamente al ritmo de la música mientras se frota con el chico con el que baila. Ella se ríe, y su risa cantarina apenas se distingue entre el ruido de la música electrónica que retumba por la fiesta que Lily ha mencionado antes. Aprieto los dientes cuando ella se gira hacia el chico y este le pone las manos en las caderas. El vídeo termina y la siguiente historia de la siguiente persona comienza.

Pego otro trago a la botella y dejo mi móvil en el banquillo junto a mi botella antes de volver a meterme en la pista de hielo.

Doy un par de vueltas mientras observo como mis compañeros se alinean en el campo, probablemente para practicar tiros

El entrenador pita el silbato y los tiros empiezan.

Observo como mis compañeros atinan en el blanco mientras me apresuro a coger mi palo de hockey y ponerme bien el casco.

El entrenamiento dura veinte minutos más, antes de que el entrenador nos diga que nos podemos ir a nuestras casas. Apenas podemos andar ninguno de nosotros por el esfuerzo que hemos hecho.

Oigo a uno de mis compañeros hablar de ir a la fiesta Beta, y me planteo si debería ir. Aunque sea solo para asegurarme de que no va a beber de más. Con un suspiro me dirijo a los vestuarios, maldiciendo la hora en la que mi madre me enseñó a preocuparme por la gente.

Mis músculos se quejan cuando salgo de la ducha y me visto, todavía en el vestuario.

-Aaron! ¿Vienes a la fiesta?

-¿La de Beta? Tengo que ir. Una amiga mía se está pasando con las copas y me ha llamado para recogerla.-mentira, pero es más fácil de explicar que me preocupo por una persona a la que conocí hace dos semanas.

-Guay. Te llevamos si quieres, Leo y Samuel se vienen también, vais a ir un poco apretados en la parte de atrás del coche, que lo sepas.- me dice Sean. Aunque sea más joven que el resto de nosotros, el chaval es muy bueno jugando.

Les sigo al aparcamiento y me monto en el Jeep blanco de Leo. Les escribo un mensaje rápido a mis compañeros de piso, informándoles de que hoy no estaré para la cena y que pueden hacer lo que les dé la gana, excepto invadir mi habitación.

Tardamos unos diez minutos en llegar a Beta, donde la música se escucha incluso antes de girar la esquina de la calle en la que está. Las luces de colores giran, iluminando hacia fuera a traves de las ventanas, y Samuel alante silba.

-Esto parece más una discoteca que una fraternidad.

-Se nota que has estado en pocas fiestas de Beta, entonces.

En el jardin delantero hay gente vomitando, besandose, y fumando cigarros de maria por todos lados, y arrugo la cara de asco por el olor.

Al entrar a la casa se de inmediato que encontrar a Lily en este barullo de gente va a ser complicado de cojones. Intento abrirme paso hacia el centro, donde sé que se organiza "la pista de baile", para intentar buscar a Lily. Para mi sorpresa, la encuentro muy rápido.

Until the lilies freezeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora