Nota: por favor, los que ya leyeron este fic, no hagan Spoiler a los nuevos lectores, si me quieren recordar algo importante por mensaje privado los leo ;)
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La primera vez que lo vi... Él era un niño de 6 años: era delgado, muy sonriente, amable, hasta las maestras sonreían solo de verlo entrar por la puerta cargando esa enorme mochila sobre su espalda y decirles "buenos días". Él podía contestar cada pregunta hecha por la maestra, tanto así que daba miedo ¿Acaso era un droide?
Y yo... Yo era más como... Un problema, un torbellino, una cosa imparable que a él le hacía reír. Yo sé que le molestaba mi presencia aunque sonreía cada vez que me miraba. Lo extraño es que siempre intentaba ayudarme, ya que me sentaba al lado de él en esas mesas largas, él me miraba y sabía cuando no entendía algo entonces me explicaba.
Los maestros siempre me sentaban con él porque era el más calmado e intelectual y yo el más relajiento. Él era el único a quien yo no lograría hacer que se pusiera a jugar conmigo, créanme que lo intenté. A él lo amaban los maestros y a mí me querían, pero mandar a la dirección.
Recuerdo que estuvimos juntos hasta tercero de primaria, de ahí desapareció por completo. Confieso que me preguntaba por él pero... Tampoco es que me importara tanto ¿Saben? Realmente nunca fuimos amigos.
En fin, el tiempo pasó y como por milagro entré a la secundaria, ahí fue un caos total, me solían sacar de clases por aventar gelatina verde y decir que era otra cosa; mis compañeras lloriqueaban mientras yo me divertía. Pero me estoy saltando lo más importante de este punto, pues él regresó, yo no lo supe hasta que escuché su nombre cuando la maestra nos obligó a presentarnos uno a uno y decir nuestra edad.
--Mi nombre es Chester Charles Bennington y mi edad es 12 --Escuché que dijo, luego se sentó y yo me le quedé mirando sorprendido mientras alrededor murmuraban "¿Es chico? Creí que era mujer".
¡Traía el cabello largo! Eso no era permitido en niños, pensé que pronto lo obligarían a raparse pero no pasó; él podía ir con su cabello chino un poco más abajo de los hombros y yo me tenía que peinar mis remolinos de cabello corto todos los días. No podía dejar de pensar que eso era tan injusto. Yo me vería genial de cabello largo.
En fin, el tiempo pasó y no fuimos más cercanos esta vez. Confieso que algo sí llamó mi atención: él ya no era tan inteligente, de hecho parecía odiar a todos los maestros y alumnos. Se apartaba de todos y quien le hablara era tachado de raro o loca. Yo lo miraba de lejos y me preguntaba ¿Qué le pasó al niño intelectual?
Su hermana Anna entró un año más tarde al mismo lugar y era grande la diferencia: ella era popular y apenas cruzaba palabra con él. Aunque de hecho también era bastante rara según decían pues nadie de sus amigas se acercaba a su casa y si le preguntaban de Chester solo decía "Olvídense de Chester" ¿Acaso lo odiaba? No lo entendía.
¿Que si porque no hacía nada? ¿Que si porque no me acercaba? Oigan no me juzguen, yo estaba en mi mundo de travesura intentando burlar las reglas por diversión sin ser atrapado.
Bien, una vez aclarado eso... Por esos años todo fue extraño, mi padre empezó a ser amigo de su padre ¡de verdad! ellos por alguna extraña razón se conocieron y empezaron un negocio; compraron algunas computadoras de alta tecnología y empezaron a trabajar para empresas de modelaje, editoriales, televisión... Ellos hacían el trabajo de editar sus fotos, también videos pequeños; editarlos, mejorarlos etc. Les empezó a ir muy bien, tanto que el trabajo creció y ellos mismo empezaron a hacer los videos, las fotos y todo lo demás obviamente con trabajadores. Compraron unos pisos dentro de un gran edificio y montaron pequeños estudios.

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Especial
Hayran KurguLa vida de Mike y Chester se vuelve a cruzar por tercera vez en su vida. Pero esta vez están siendo obligados por sus padres a convivir, sin saber lo que esto desencadenara