Narra Mike.
Escuché que llegó el auto de Chester y quería saber si estaba bien, así que tomé la jarra de agua y mi vaso para poner de pretexto que quería lavarla y llenarla, pero me arrepentí al ir bajando y escuchar qué Lee gritaba molesto, aún así bajé porque no soy alguien que se acobarde.
Simplemente bajé lo más sigiloso y me dirigí a la cocina; con suerte podría escuchar algo interesante. Pero no, parece que cada lugar está aislado en esta casa. En fin, de nuevo sin acobardarme me puse a lavar mi jarra y vaso.
No pasó mucho cuando escuché que se abrió la puerta, volteé y miré a Chester entrar, me pidió un vaso y yo busqué uno para dárselo. Primero abrí una puerta con platos, luego encontré los vasos, cuando por fin me giré noté que... ¿Miraba mi trasero?
Él me sonrió y luego tomó el vaso.
--¿Todo bien? --Pregunté, pues lo miraba desvelado y además olía a alcohol. Debo admitir que quería preguntar ¿Con quien había pasado la noche y haciendo qué? Pero a la vez temía la respuesta.
--Me duele horrible la cabeza ¿Podrías buscarme una pastilla del cajón de ahí? --Preguntó señalando.... ¿Mi pene? Yo volteé de inmediato y miré que había un cajón al frente. Entonces sospeché que lo hizo con toda la intención y que sí miraba mi trasero minutos atrás.
Estaba metido en mis pensamientos cuando me di cuenta de que no estaba buscando nada, solo movía las pastillas de un lugar a otro.
--No sé porque mis padres se ponen tan histéricos por un día que decido actuar por mí mismo --Dijo molesto, luego tomó el agua y lo volvió a llenar.
--Bueno, es que no dijiste nada y luego no respondías --Expliqué, porque de hecho hasta yo estaba preocupado toda la noche esperándolo.
Entonces por fin saqué una caja, él se paró al frente y me señaló dentro de su boca.
--Tengo mis manos sucias --Explicó.
No lo pensé mucho, saqué la pastilla y la puse dentro de su boca, entonces él... ¡Chupo mis dedos! ¡Él lo hizo! ¡Hasta cerró sus ojos unos segundos! ¡Yo lo vi!
Mientras, yo sentí la humedad tibia de su boca, una corriente recorrer todo mi cuerpo y acumularse justo donde él había señalado minutos atrás
"¡Mierda!... ¡SE ME PARÓ!". Grité en mis adentros mientras él tomaba su agua con toda tranquilidad.
--Gracias Mike --Dijo con esa voz ronca y provocadora, luego sonrió de nuevo y se fue.
¡MIENTRAS! yo seguía ocultando mi gran problema detrás de la barra.
"Baja, baja". Supliqué a mi amigo ahí abajo.
Esa casa era muy concurrida, mi mayor miedo era que a la señora Bennington o al señor se les ocurriera entrar. Y sí, no pasó mucho tiempo.
--¿Mike, sigues aquí? --Escuché al señor decir abriendo la puerta.
"Oh, no no". Resonó dentro de mi.
--Si --Respondí casi alarmado. --Estoy buscando una pastilla para el dolor de cabeza --Me excuse y abrí de un tirón el cajón, pegándole a mi miembro.
No puedo explicar el dolor que sentí en ese momento.
--Oye, Susan se irá conmigo a la oficina y Anna a la escuela --Empezó a explicar desde la puerta, mientras yo me quedaba sin aire del dolor. La buena noticia es que ya se me había bajado. --¿Te puedes quedar con Chester? Tal vez se abra contigo y te expliqué lo que pasó, Nosotros estamos algo alterados con él y él con nosotros, así que no creo que sea bueno intentar hablar ¿Si? --Preguntó, y yo tuve que responder usando toda mi fuerza.

ESTÁS LEYENDO
Especial
أدب الهواةLa vida de Mike y Chester se vuelve a cruzar por tercera vez en su vida. Pero esta vez están siendo obligados por sus padres a convivir, sin saber lo que esto desencadenara