Especial

19

Narra Mike.

De pronto el chico misterioso, testarudo y enojón, era el más pasional y tierno del mundo y me quería ¿Cómo podía haber algo mejor?

Mientras subía las escaleras de aquella casa gigante, reparé en la facilidad con la que me dominaba ese flaco endemoniado. Él hacía lo que quería conmigo, si eso era ahora ¿Cómo iba a ser después? No podía imaginarlo, tal vez sí, pero no quería. Mi preocupación ahora era ¿Yo podría satisfacerlo también? Él era tan atrevido y a la vez tan temeroso que tenía mucho miedo de no ser lo que necesitaba. 

Todo en la casa estaba en silencio. Mientras caminaba por el pasillo miré la puerta de la habitación recién terminada, salía una luz por los bordes.

De seguro él estaba allí, ese mal nacido que hizo que lastimaran a mi chico, pero no iba a dejar que eso volviera a pasar, si se atrevía a acercarse, ese sería su fin.

Tan pronto llegué a mi habitación cerré bien la puerta, quité mi ropa y me fui a dormir. No supe nada hasta que sonó mi despertador al siguiente día. 

--Hijo ¿Cómo viste a Chester anoche? --Me preguntó Susan preocupada cuando estábamos en el comedor desayunando, Bruno estaba ahí, lo vi quedarse quieto escuchando mi respuesta. 

--Amm... No lo sé, estaba algo... Pensativo. No lo vi mucho porque me fui con Talinda --Mentí para que no me siguiera preguntando. --¿Y el señor Lee ya se fue? 

--Salió temprano --Se metió Bruno, luego levantó la vista mirándome. --No les sigas mucho el juego a mis padres o te van a poner a vigilar a mi hermanito; para ellos no existe nadie más importante. 

--Bruno... --Lo regañó su madre. 

--Bueno, tiene algo de razón --Habló Anna poniéndose de pie. --Saque buenas calificaciones en todos mis exámenes por si a alguien le interesa. Amm... No, creo que no porque Chester se fue de la casa. 

--Chicos por favor --Dijo Susan angustiada mientras Anna caminaba hacia la sala por su bolso escolar. 

—-Felicidades Anna, lo haces muy bien —-Dijo el hermano mayor siguiéndola con la vista. 

En cierto sentido creo que lo entendía: a Chester lo sofocaban y a los otros los ignoraban, no era nada funcional esta familia. Hasta eso entendía porque mi hermoso modelo quería mantener lejos a Draven. 

--Tengo que irme --Dije con incomodidad poniéndome de pie. 

--No te preocupes --Habló Bruno. --Es entendible qué quieras huir de aquí. 

--No, es que... Ya es hora de trabajar --Me fui de allí sintiéndome tan extraño... 

La primera hora en el trabajo fue horrible, quería ver a mi hermoso ángel en esa silla, lo extrañaba mucho y de pronto... Se abrió la puerta y entró él cerrándola detrás de si, yo lo miré asombrado. 

--Papá me aceptó la renuncia sin decir nada --Me dijo algo confundido. 

--¿Estás bien? --Pregunté preocupado. 

--No lo sé --Su entrecejo se frunció y luego miré que sus lágrimas empezaron a caer. 

Mi reacción fue levantarme y correr a él para abrazarlo. Él me abrazó fuerte y dejó que su llanto saliera. 

--Me siento tan triste, tan asustado. 

No entendía porque se sentía así, eso era lo mejor, ellos lo asfixiaban ¿No era eso lo que quería? ¿Porque lloraba? 

Me quedé con eso en mente pero no dije nada. 

--¿Quieres que le diga algo? Puedo hablar con papá, él también es tú jefe y está aquí. Si tú quieres quedarte...