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Jimin volvía a despertar. Podía sentir lo acogedor y cálido de ese lugar, el olor que perfectamente conocía, su hogar.

-Por fin despiertas. -Jeon lo acariciaba, Jimin estaba en su cama, en su pequeña pero linda habitación.

-Como llegamos hasta aquí? -Se removió entre las sábanas que lo cubrían.

-Yo te traje, luego que te desmayarás. Supongo que el golpe debió haber sido muy fuerte, pero no te preocupes yo te cuidaré.

Jimin pensaba que todo eso había sido un mal sueño, que quizás él mismo imagino todo. Que Jungkook era un estudiante normal y un hijo de algún empresario.

Jeon sacó su arma y la puso sobre la mesa de noche, Él rubio solo veía y volvía a recordar lo que había pasado. Luego de ver los espejos de aquella camioneta manchada de sangre y su conductor como tripulante muertos, mejor dicho asesinados.

-Jungkook yo solo quiero estar solo. -Pidió aún sin verlo. -¿Que era lo difícil? Saber que estás en la misma habitación que un asesino o que ese asesino está obsesionado contigo y lo peor es que no es uno cualquiera, es un mafioso y uno muy loco.

-En verdad quieres eso? -Jimin asintió. Jungkook no tenía nada de tonto, él sabía que lo que Jimin vio lo dejó con miedo. -Esperaré en la sala... Hasta que te sientas bien y podamos hablar.

Se acercó y besó al rubio en la frente. Darle espacio sería lo mejor, Jeon no quería hacer nada a la fuerza, no quería un amor que fuera a base de miedo y manipulación. Quizás no ahora!

-Jungkook tienes que agarrar con más fuerza la arma, o siempre te terminará aventando.

-Si padre! esta vez lo haré bien señor. -Dijo decidido un pequeño de ocho años. Apuntó a su objetivo y dio en el blanco sin asustarse o caerse. Jeon brincaba de la felicidad y su padre lo veía con orgullo, a unos pasos de ellos una hermosa mujer de cabellos rubios y ojos azules lo veía con una sonrisa, orgullosa y alegre de mirar a su pequeño.

-Mami, viste eso? Lo logré mami. Ya soy un hombre.

-Mi pequeño Jeon ya es todo un hombre. -Se acercaba con sus brazos abiertos para poder abrazar y besar a su hijo.

-Mami...

Jungkook, apenas un niño de ocho años miraba como su madre era asesinada. La bala traspasó su cráneo y luego de eso todo fue disparos y gritos, se quedó parado en medio de la lluvia de balas esperando a que su madre lo abrazara, nunca más lo abrazó.

-Jungkook despierta, Jungkook...

-Jimin. -Se despertó con su respiración agitada y su cuerpo sudando. Volvió a soñarlo, otra vez esos malditos recuerdos habían llegado. Solo que está vez Jimin estaba con él.

-Estabas murmurando cosas, me asustaste mucho. -Lo acariciaba y trataba de tranquilarlo. Lo abrazó y daba tiernos besos en la coronilla de Jeon. -Ya estas mejor?

-Yo... Lo estoy. -Miraba a un punto fijo de la pared. Jungkook trataba de esconder esos recuerdos en lo más profundo de su corazón para no recordarlos más pero siempre sus sueños le traicionaban.

-Es ya de día! Quieres desayunar?

-Me gustaría!

-Tengo tocino y huevos. Ayúdame a prepararlo porque yo no haré todo.

Jimin se alejo un poco para poder verlo. Jungkook sonreía.

-Lo que usted ordene majestad. -Se burló Jeon. Antes de separase del rubio le mordió el hombro.

-Jungkook. -Chillo separándose por completo. -Estás loco, casi me arrancas la piel!

-Exageras, no fue para tanto!

Jimin de mal humor se acercó al refrigerador y sacó los huevos, tocino, leche y pan.

-Ahora tú cocinarás, yo veré la televisión para mientras. Siéntete libre de tomar lo que quieras y cuando esté listo el desayuno me lo llevas.-Demandó.

...

-Si está bien. Manténganlos con vida mientras llegó. -La otra persona al otro lado de la línea empezó hablar. -Yo llegaré en una hora, mientras tanto solo traten de sacar la mayor información posible... Si ya llegaré.

Jungkook se había quedado todo el día con Jimin. No habían echo mucho, solo dormir y ver películas.

-Ya te irás?

-Si, tengo trabajo...

-Con eso te refieres a matar?

-Como sea, es trabajo para mí.

-Jungkook, sobre lo de ayer...

-No tienes que decir nada! Yo mató personas Jimin, lo hago si es necesario y no me arrepiento y nunca me arrepentiré de lo que hago. Estoy orgulloso de ser un Jeon y de mantener el trabajo familiar. Soy un mafioso y te acostaste conmigo, eso tiene consecuencias para ti Park, no voy a dejarte ir.

-A que te refieres con eso?

-Si te metes con un Jeon tienes que ser exclusivo Park. He estado soportando tu maldito trabajo, pero eso se acabo!

-Se acabó? Solo hemos tenido sexo tres veces Jeon y solo por eso te crees con el derecho de mandar en mi vida! Estás loco, muy loco.

-Qué mierda de que soy un mafioso no te quedó claro? Soy Jeon Jungkook, él mafioso más temido y respetado. ¿No piensas en las consecuencias?

-Por desgracia no me enteré antes o de lo contrario no me acuesto contigo! Y me importa una mierda quien seas Jeon, se que puedes tener más putas para ti, ve y consigue a la mejor y a mi déjame en paz.

-En cerio no te importa?

-No y ya largo!

Jeon golpeó en la mesa.

-Te enviaré el dinero por lo de ayer...

-No, no quiero. Yo fui el idiota quien se entregó al gran mafioso Jeon. -Dijo con ironía.

-Ese es tú trabajo ¿No? -Jimin frunció el entrecejo estando casi seguro de lo que le diría. -Te acuestas con hombres por dinero y ayer lo hiciste conmigo. Entonces tengo que pagar por tu trabajo.

Sacó su billetera y de ahí sacó un manojo de billetes. Se los lanzó al sofá. Jimin limpio sus lágrimas.

-No quiero ese dinero...

-No te estoy preguntando. Es por tu excelente trabajo Park. -Un Jeon Jungkook frío y sin importarle los sentimientos del menor frente a él. ¿Cuándo entendería Jimin que estaba tratando con un mafioso?

-Véte y no me busques más... O te denunciaré con la policía.

-Hazlo y así tomó el té con ellos! Hace tiempo que no los veo.

-Estás loco!

-Loco por ti cariño!

-LARGO. -Le gritó él rubio empujándolo. Jungkook solo reía como un psicopata.

-Nos seguiremos viendo Park. -Antes de irse lo besó. Aprisionó las manos de Jimin contra las suyas mientras lo besaba. Al terminar sonrió satisfecho.

Jimin siempre escuchó decir que los mafiosos eran muy posesivos con lo que creían de ellos. Incluso mucho de sus amigos le recomendaban enredarse con uno, según esa clase de personas le darían todo y por fin podría dejar ese trabajo y vivir la vida que muchos sueñan.

Una vida que Jimin no pidió, una vida que Jimin no quería. Estaba por descubrir el lado oscuro que nadie le contó.

Una noche más? KOOMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora