¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Po: ¡Corre! Tenemos que llegar a tiempo.
Si, Po apresuró a Tai Lung a caminar rápido. Corrieron hacia el restaurante.
Tai Lung: ¿No puedes caminar civilizado? Parecemos lunáticos.
Po: El problema es que está a nada de abrir el restaurante.
Tai Lung: Eso hubieras pensado antes, pero alguien se levantó tarde y por culpa suya corremos.
Po: Estamos juntos en esto o ¿no?
Tai Lung soltó una carcajada, Po se detuvo para girarse hacia Tai Lung mirándole enojado.
Tai Lung: Mi querido panda (camina adelante de él) Aún sigo dudando si fue buena idea aceptar la tregua.
Po: Solo es por esta vez.
Tai Lung: Pero déjemos de correr. Por favor.
Consiguiendo llegar al restaurante, Sr Ping les abrió la puerta para dejarlos pasar.
Sr. Ping: ¡Po! Te dije exactamente la hora en la que tenías que llegar.
Po: Me retrasé; estaba pensando que Tai Lung sería de mucha ayuda esta vez.
Sr. Ping analizaba a Tai Lung caminando alrededor del felino, y con una cuchara le alzó el codo de su brazo derecho, después siguió con los pies. Tai miró a Po y este alzó los hombros sin saber que hacia su papá.
Sr. Ping: Bueno, quedas contratado para este día (le puso un mandil) ahora, vayan que estamos a minutos de abrir (empujó a los dos hacía las mesas).
Po: ¿Estás bien?
Tai: Apuesto a qué puedo atenderlos más rápido que tú.
Po: Ya tengo experiencia en esto bola de pelos.
Tai: ¿Cómo me llamaste?
Sr. Ping: Silencio, ya es hora de abrir.
Al abrir las puertas, varias personas entraron a tomar asiento.
Po: Entrega esto (le da cartas de menú).
Tai no pensaba que fueran tantas personas, era de esperarse que Po le diera risa. Tai le ofrecía las cartas a varias personas, muchas las tomaban con recelo provocando que retrocediera y jalara a Po con él, llendo a una esquina del lugar.