04. Everyday. . .~

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Everyday, it's a gettin' closer
Goin' faster than a roller coaster
Love like yours will surely come my way (ahey, ahey, hey)
Love like yours will surely come my way

- Amor. . . - La voz del Ex-Arcangel era suave, de modo que el despertar de su cielo fuera cálido.

- Dejame dormir, Gabriel. . . -

- Cielo, nosotros no lo necesitamos. . . -

- Inténtalo, es divertido. -

- Bien, lo intentaré. ¿Pero que hago con el café? -

- ¿Café? -

El sonido del silencio, si, quizás un poco de viento de fondo. Alpha Centauri era un lugar tranquilo sin mucho alrededor. Un lugar acogedor para pasar MUCHO tiempo juntos.

El quien fue un Lord se levantó de su cama improvisada y miro con molestia a su amada pareja quien inmediatamente se apartó con una cara de ligero temor, sabía bien lo que vienia.

- ¡¿Has estado yendo a La Tierra, Gabriel?! -

Su Lord gritaba, estaba molesto, definitivamente pocas veces lo había visto así y muchas de ellas no con el, cuestión que lo hizo sentir culpable, bajando la mirada a su amado Lord.

- Solo quería traerte una bebida deliciosa, cariño. . . -

El semblante de Beelzebub cambio a uno mas suave, acercándose a su pareja y colando una de sus manos en su mejilla para acariciar está con suavidad.

Gabriel paso sus manos a la cintura de su amado cielo, le sonrió y dejo un pequeño beso en la frente de este, quien inmediatamente le respondió con uno cortó y suave en sus labios.

- Gabriel, te amo. -

- Y yo a ti, mi amor. -

- Ey, escúchame. -

- Te escucho, mi cielo. -

La expresión en el rostro de Beelzebub cambio a una de miedo, todo esto le asustaba, no quería que en el Paraíso se enteraran de que Gabriel vagaba por la tierra solo. El Infierno no era el problema, sabía que tenía el apoyo de Dagon y algunos demonios más, más en el Paraíso la cosa era otra, y eso le asustaba mucho.

- No vuelvas a hacer algo así. No solo. -

- Bien, lo entiendo. -

• • • • •

- ES CIERTO QUE ME DUELE QUE ME DEJES, PERO COMO OTRAS VECES, YA SE ME PASARAASAAA. . .~ -

El rostro de Nina reflejaba cansancio, era molesto para ella que Crowley hiciera eso casi todas las noches sin importarle absolutamente nada a su alrededor.

- Ow, pobre Crowley. El lo extraña tanto. . . - Exclamó la chica rubia con una expresión de pena por el pelirrojo.

- Amor, ese tipo está loco. Es un demonio abandonado. -

- Si, cariño. Pero es nuestro demonio abandonado. -

Maggie era quien la mayor de las veces ayudaba a Crowley, está había hecho costumbre los desayunos gratis en la cafetería para el, cosa que le pagaba a su novia de muchas maneras pero en ninguna con dinero.

- Oh, vamos. No de nuevo. -

Los gritos de Crowley fuera de la librería eran normales, ya había llegado la hora en la que el demonio solía gritar el nombre de Ángel a las puertas de la librería, más sin embargo dos siluetas un tanto conocidas para las chicas parecían observar al demonio con algo de desagrado.

- Es un idiota. -

- Por lo que me dijo el Angelito de ahí dentro, Aziraphale se fue con un tal Metatron y lo dejo. Esta vez lo dejo. -

- No es razón para humillarse así. -

Beelzebub acomodo su ropa antes de acercarse a Crowley y tomarlo con fuerza por la camisa semi abierta que que pelirojo llevaba, llevándolo así dentro de la librería donde un asustado ángel los veía entrar.

Gabriel siguió a su pareja asegurándose de que su alrededor fuera seguro, tampoco quería llamar mucho la atención. Estaba seguro de que Crowley ya lo había hecho suficientemente bien.

- HABLA! ¡¿CUANTAS VECES GABRIEL VINO AQUI?! - El demonio bajito jalaba del cuello de la camisa del pelirojo, acto que a Muriel no le gustaba, al contrario le estaba causando un pequeño ataque de nervios.

- Oh, ven aquí. Anda pequeño ángel. -

Gabriel abrió sus brazos para acoger entre ellos a Muriel quien temblaba ligeramente ante los gritos de Beelzebub. Esto fue casi una escena tierna solo hasta que el rostro del Lord daba un giro 40 grados para mirar a su pareja.

- Solo porque eres un Ángel, no te doy permiso de tocar a mi Infierno. Suéltalo. -

Muriel se apartó del abrazo que Gabriel le brindaba, bajo de mirada y fue hacia donde Crowley para ayudarle a sentarse mientras le colocaba una pequeña manta en sus piernas.

- E-El Arcángel Gabriel ha venido aquí un par de veces, siempre por cosas como flores, café, té o infusiones. . . - La voz baja y tímida de Muriel hizo que Beelzebub simplemente suspirara y se acercará a su pareja para comenzar a secretearse con este.

Gabriel no pudo evitar sonreír, la vida en Alpha Centauri era maravillosa, pero de vez en cuando monótona y aburrida. Necesitaban algo para distraerse, algo que cuidar. Quizás un demonio con el corazón roto.

- Entonces está decidido, necesito mi propio plebeyo. -

-Cielo, Crowley será nuestro invitado. . . -

- Que desperdicio. . . -

Una risa baja se escuchó en una oficina amplia y blanca, un Arcángel miraba todo desde un pequeño portal, sabía que ahora su demonio no estaría solo. Quizás ese par no eran la mejor compañía pero eran algo, serían como padres para Crowley.

Para Aziraphale el trabajo era su prioridad número uno, no rompía ninguna regla o hacia molestar a nadie. Pero algunas veces se daba el tiempo de romper una que otra regla no escrita para ver o ayudar a su querido amigo demoníaco.

- Anthony J. Crowley -

One-Shot || Good Omens Donde viven las historias. Descúbrelo ahora