𝟎𝟏𝟒

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Narra T/n

Veníamos en un bote los cuatro, Peter y yo veíamos como los niños sonreía con el movimiento de los botes y cuando algún pez salía a saludar. Es sorprendente la inocencia de los niños.

—Me estoy arrepintiendo de traerlos.—Le dije Peter.

El me beso la cabeza y vio a los niños.

—Tranquila, en la isla solitaria saben de los reyes, no les hará nada a los príncipes y su futura gran reina y su futuro rey

Yo sonreí y a veces se me olvidaba, que mi pequeña Elizabeth es la mayor y futura gran reina, mientras Ares sería rey.

—CHICOS YA ESTAMOS LLEGANDO.

Grito Caspian y asentimos.

Cuando pudimos llegar, Peter se bajo primero y bajo a los niños en sus brazos, para que no se mojaran su ropa. Yo espere hasta que el llegó y me cargo a mi también hasta dejarme en la arena seca.

Yo llevaba de las manos a los niños y nos acercamos donde estaba Caspian. Peter se hizo al lado de sus hermanos

—Lo mejor será que inspeccionemos antes de que se haga de noche.—Dijo Peter.

—Estoy completamente de acuerdo.—Caspian vio a El Capitan.—Si no volvemos antes del anochecer vendrás por nosotros.

—Claro majestad, no se preocupe.

Y escuchamos un grito, vimos a los barcos y el pobre Eustace no había podido salir de los botes. Cuando lo puso hacer, cayó de frente al agua y yo no pude aguantar la risa.

—¿Están seguros que es su familia?—Preguntó Caspian.

—Lastimosamente.—Dijo Edmund riéndose.

—¿Que haremos con el?—Pregunté yo, no me caía muy bien que digamos.

—Que sus familiares decidan.—dice al final Caspian

Veo como Lucy y Edmund se ven sin saber que hacer, hasta que Edmund decide hablar.

—Porque no vienes a...cuidar.

—Claro, excelente idea primo, prima.

Me dio lástima d del, me acerqué al cinturón de Peter, y saqué una daga y con cuidado se la ofrecí.

—Usala bien muchacho

—Clar...claro....T/n

Así empezamos rumbo a la iglesia, entramos en silencio, aunque los niños no ayudaban mucho. Peter, Caspian y Edmund con espadas, mientras Lucy usaba su daga y yo venia con mi arco. También los mellizos, venían en el medio de todos nosotros, al menos los tapábamos, aunque sus torpes pies no ayudará en nada.

Nos acercamos a un pedestal donde había un libro, todos con nombres la mayoría tachados con rojo, yo supe que era, venta de esclavos, así que abracé a mis hijos sin poder evitarlo.

—¿Que es esto?.--pregunto Eli

—Una venta de esclavos.—Dijo Caspian.

Le di un golpe fuerte en la cabeza, el me vio rato y yo mire abajo señalando con mi vista a los niños.

—Lo siento.—dijo el.

—Se nota us no tienes hijos.—Escuché murmurar a Peter.

Todo estaba en un silencio sepultar hasta que se escuchan las campanas de nuevo, en un momento un grito de fondo y muchas personas saliendo de diferentes lugares, yo abracé a los niños y Peter se colocó adelante nuestro, junto con Edmund, yo tenía pensado ayudar con mis flechas pero mis hijos estaba a tan asustados que solo me senté en el suelo y los abracé con fuerza, pegándolos a mi pechos y les tapaba sus ojitos.

Todo iba bien, hasta que se escuchó un grito muy agudo y que no era de mi hija, mi hija esta es sollozando.

—Deténganse o haré que la niñita vuelva a gritar—dice un hombre apuntando a Eustace con una espada.

Nunca le debí de dar esa daga, no la uso.

Caspian es el primero en bajar su arma así que todos hacemos lo mismo, cuando lo hacemos nos sujetan a todos, a Lucy la llevan al lado de Eustace, a Edmund Peter y Caspian, nos estaban tapando a los niños y a mi, peor los guardias los empujaron y me levantaron con mis hijos, me trataron de quitar a Ares.

—A MI HIJO NO LO TOCAS.—Le grite.

—No se le ocurra tratar de tocarlos.—Dijo Peter, que empujaba para tratar de liberarse.

El sujeto sonrió y me apunto con la espada.

—Eres su esposa.—No respondí...sentí que me iba a presionar la espada en la garganta.—Responde Puta.

—Si, y no le digas puta a tu reina.

El se rió junto a los demás.

—Nosotros no seguimos a ningún rey. Levantenla a los niños igual.

Me levantaron a la fuerza, pero no solté a mis hijos, ellos se debían de sentir sofocados, pero no me importaba, nadie los separaría de mis brazos de nuevo.

—Eres muy bella.—Me dijo un sujeto muy asqueroso

—Que observador, no necesito que nadie como tú me lo diga, ya que me lo dice mi esposo.

Y me abofeteó y el hombre cayó.

Mire y era Peter, lo había empujado y su cabeza dio con una roca, el se acercó a nosotros y nos abrazó.

—NADIE LE PEGA A MI MUJER.

Y lo golpearon tan fuerte con una barra de metal, que el cayó inconsciente.

—Papi.—dijo Eli.

Ella se quizo ir donde el, pero no la dejé.

—El está bien.—Ni yo me creía eso.—Tío Edmund y Rio Caspian le va a ayudar.

—Ya me canse de esto...—Dijo el jefe.—Llévense a estos 3 a los calabozos, a los demás a las ventas

Y me comenzaron a empujar con los niños, y solo pude ver como se llevaban a mi esposo.

𝐋𝐚 𝐭𝐫𝐚𝐯𝐞𝐬𝐢𝐚 𝐝𝐞𝐥 𝐯𝐢𝐚𝐣𝐞𝐫𝐨 𝐝𝐞𝐥 𝐚𝐥𝐛𝐚 (𝐏𝐞𝐭𝐞𝐫 𝐏. 𝐘 𝐓/𝐧 𝐋𝐞𝐰𝐢𝐬)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora