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Habia cosas que yeri no tenia en su control, como vomitar cada vez que comia algo.

Eso lo controlaba su bebé.

Tampoco podia controlar a las locas enfermas que decian estar enamoradas de su chico tatuado.

Lo entendía, ¿quien no se enamoraría de edward?
Pero le desagradaba que las muy moscas quisieran rodearlo todo el tiempo.

Cada que se encontraba  a edward por la universidad, no faltaba un mustia que le mirara con asco por hablarle al muchachos.

Pero yeri solo las ignoraba, si se volvian locas con el echo de que ella le hable.
No quería ni imaginar como se pondrían si supieran que vive con el y estaba embarazada de el.

Seria peor.

Pero bueno, ella tenia las de ganar, tampoco iba a dejar que se lo quedaran tan facil y menos cuando ella le estaba batallando en su decisión.

Si le gustaba edward, le gustaba mucho, pero tenia miedo todavía, miedo a ser poca cosa o a que la dejen sola cuando más enamorada este.

— Miralas, hablando de el como su fueran a lograrlo..— Susurro yeri a merari quien estaba a su lado.

En la universidad de vez en cuando hacian pequeños bazares en los que vendian comida o ropa.

Era para ayudar a los estudiantes con sus carreras y estaba abierto al público

A yeri le había parecido una buena idea y junto a merari ambas pusieron un bazar.

Yeri vendía ropa que ella misma había confeccionado y merari accesorios que ella misma hacia.

Todo se miraba muy lindo.

—Estas hablando desde tus celos, hermana..— se burló merari, yeri bufo y miro a un grupo de chicas.

Estas estaban enfrente de ellas comprando, pero habia escuchado que nombraban a edward

¿como sabia que era Edward?

Simplemente, dudaba que hubiera otro estudiante de arquitectura tatuado de ojos azules, muy guapo llamado edward.

—Claro que lo hago..— Dijo yeri y se sento en el banquito a su lado.

Merari la miro.

—Por fin lo aceptaste, qué emoción!!— Dijo que la abrazó, yeri rodo los ojoa con una sonrisa.

—Si, pero igual no es facil..— Dijo yeri, merari suspiro.

—No se que pienses exactamente, pero no creo que el sea capaz de hacer lo que tanto temes, amiga lo he visto, he visto lo mucho que se preocupa por ti..— Dijo merari — su preocupación no es la de un amigo, es diferente..— Le dijo merari.

Yeri suspiró.

Quisa merari tenia razon, quisa era tiempo de hacerle caso a lo que su corazón decia y no lo que su mente le ordenaba.
Edward parecia ser diferente.

— pasale werita, mira estos aretes te quedarían hermosos..— Escuchó a merari hablar mientras ella pensaba — Si, estos dorados —

—¿Yeri!?—

Yeri alzó la mirada para encontrarse con una rubia de ojos azules que le miraba con una hermosa sonrisa.

—angela, hola..—

Yeri se levanto y rodeo la mesa.
Angela le abrazo una vez que la tuvo cerca.

—¿como has estado? Pipe me contó que tuviste que ir al hospital, ¿esta todo bien?— Preguntó esta, yeri pudo ver como su mirada se preocupo y sonrió conmovida.

Inesperado -Crymua-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora