Inesperado -Crymua-

14

Yeri estaba feliz, por fin había conseguido trabajo en una tienda de maquillaje de un centro comercial.

Habia salido a buscar trabajo por la mañana, le había dicho a edward que iria de compras y el solo la trajo más no le dijo que la acompañaría, cosa que le parecio un poco extraña, a decir verdad se habia dado cuenta que edward actuaban un poco diferente.
No la trataba mal, seguía siendo el mismo amable, servicial y considerado de siempre.

Pero era diferente por alguna razón.

Tampoco entraba mucho en conflictos, sabia que edward tenia su propia vida y si bien el se preocupaba por ella también tenia chance de salir con otras personas ¿no?

Pero muy en el fondo eso la molestaba.

La molestaba mucho no iba a mentir, pero ella misma sabia que no podía reclamar nada porque no eran nada, solo amigos y eso la ponia loca, pero también sabía que era su culpa por no aclar sus sentimientos.

Ya estaba bien segura de que quería a edward pero no sabia que hacer realmente.

Después de conseguir el trabajo y de que le dieran las instrucciones decidió pasear por el centro comercial, deteniéndose en una tienda para bebés.

Lo loco era que antes entraba a tiendas donde venden ropa pequeña y muy femenina, pero últimamente las camisas grandes y los pans estaban siendo sus mejores amigos.

Eran muy comodos.

Entro a la tienda camiando por los pasillos mirando cada cosa las cuales le parecian realmente adorables, moria de ganas de saber cual era el genero de su bebé para comenzar a comprarle cosas.

Imaginaba que fuera una hermosa niña de ojos celestes o castaños como los suyos, con su cabello largo y castaño claro.

O un guapo niño de ojos azules y cabello oscuro.

No iba a mentir, la ilusión de que fuera una niña era mucho más grande.
Queria que su hija fuera la más hermosa que le pidiera consejos, poder hacerle ella misma sus vestidos, peinarla, amarla, darle todo el amor que realmente merece por eser su hermosa hija.

Sonrio y continúo viendo.

A su vista llegaron unos pantalones de maternidad, se acerco a ellos y los tomo.

—Esos son super comodos..— Una muchacha le hablo por detras ella se giro y noto a una castaña de ojos verdes, con una panza más grande que ella. —panza de gemelos y esos pantalones, son mi tesoro — Dijo ella y se levanto la blusa holgada para mostrar el pantalón que tenia un pedazo de tela que cubría la mitad de su panza.

Yeri sonrio.

—¿Puedo tocar su panza?— Preguntó alzando su mano, la chica asintió

—Claro linda, adelante— Dijo esta y le acerco la mano al lugar dende uno de los bebés se sentía más, yeri sonrió cuando sintio un leve movimiento.—Ni te imaginas, asi todo el dia y la noche ¿ves mis ojeras? estos niños no me dejan dormir— dijo esta, yeri rio.

Sabia que eso mismo le iba a pasar.

— ¿cuanto tiene?— pregunto alejando la mano de la panza de la mujer.

—Estoy a termino, una semana más y mis borregos salen, porfin!— dijo esta y levanto los brazos yeri rio. — Vine a comprar las cosas que necesitó, porque el hombre que me emabrazo no tuvo tiempo en estos 4 meses de venir a hacer la lista que le di..— Dijo esta y mostro una hoja de papel — Revisa bien con quién te casas linda, luego tienes que venir con casi 40 semanas a hacer las cosas tu misma cuando deberías estar descansando — Dijo esta. —Pero bueno, a ese hombre le perdonó todo menos una infidelidad — Dijo esta —Pero al paso que vamos no creo que una mona 2D de un videojuego venga a la vida para quitarmelo — dijo esta y solto una risa.