Gruñido

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En un punto de la noche encontraron a Negan, el alfa se acercó a ellos con una gran sonrisa que fastidiaba a Daryl de sobremanera.

— ¿Cómo está el omega más hermoso de la velada?

— Con un mal sabor de boca después de encontrarme con el gobernador.

— Oh... ese idiota. - gruñó mientras miraba al rededor. — Ey, cachorro. - se dirigió a Daryl. — Si ese tipo se vuelve a acercar, tienes todo mi permiso para matarlo. - Daryl contuvo su gruñido.

— Es mi perro, soy el único que puede darle órdenes, ¿Entiendes? - Negan le sonrió.

— Como ordenes dulzura, pero no venía a eso.

— ¿Qué querías?

— Bailar. - al alfa castaño no le gustaron aquellos ojos traviesos que ese tipo le dirigió a Rick y mucho menos que el omega le sonriera con complicidad. — ¿Me permite esta pieza?

— Solo si mi pareja se destaca.

— Oh, cariño, soy un profesional.

Rick ofreció su mano, Negan la tomó y llevó a sus labios, besando su dorso para luego ir más arriba, tomo el pedazo de tela rojo que envolvía la muñeca del menor con los dientes y la sacó de ahí, luego fue hasta Daryl.

— Tómala. - le susurró muy cerca de sus labios, pero Daryl le gruñó enseñando los dientes.

— Hazlo. - esta vez ordenó Rick y con gran disgusto el alfa castaño se la arrebató con sus dientes. — Quédate aquí, regresaré en un momento.

Daryl los vio alejarse y apretó la tela entre sus caninos mientras seguía gruñendo, no dejaría que ese idiota profanara el obsequio de Rick con una sola de sus feromonas, así que esparció su saliva en toda la tela y la sacó de su boca para luego meterla en su bolsillo.

Había pasado mínimo una hora desde que Rick se había ido con ese alfa y Daryl comenzaba a desesperarse al no verlos en medio de la sala junto a otras parejas que bailaban.

— ¿Buscas a alguien? - una mujer rubia se acercó a él.

— ...

— ¿Tu dueño te cortó la lengua? - Daryl la vió, por su olor podía decir que era una omega.

— No.

— Woow, que frío eres cachorro.

— ¿Cómo...? - la mujer apuntó su collar.

— Es bonito, sencillo, pero elegante, quien te lo haya dado, te conoce bien, te queda. - Daryl volvió a mirar la pista de baile ignorando a la mujer.

— ¿Tienes dueño o viniste aquí a buscar uno?

— Vengo con alguien.

— Eso no contesta mi pregunta.

— Tengo un amo.

— Estás muy solo para tener amo.

— ¿Que es lo que quieres? - Daryl empezaba a hartarse.

—Quiero que me des tu correa y seas mi mascota. - cuando intentó tomar la cadena un fuerte gruñido se escuchó a su lado, Daryl miró en aquella dirección encontrándose a Rick, el cual le enseñaba los dientes a la mujer y con su olor enviaba una clara amenaza.

— Aléjate de mi perro. - decía entre dientes antes de acercarse a ellos y ponerse en medio, alejando así a la mujer del alfa. — No te le vuelvas a acercar.

— Él estaba aquí solo, yo pensé...

— No tienes permitido pensar, ve y busca a alguien más que te joda. - soltó mordaz el omega.

— No me gusta esa forma tan insolente en la que te diriges a mí. - la mujer se acercó a Rick y este no retrocedió ni un paso, Daryl que se encontraba detrás del menor le gruñó a la rubia como forma de advertencia.

— Lea será mejor que los dejes en paz y te vayas. - ese era el idiota de Negan.

— No estoy acostumbrada a que me digan que hacer.

— Hazlo por las buenas o no me haré responsable de lo que pueda pasar después. - Negan también se puso detrás del omega y la mujer sonrió irritada.

— Cuida bien a tus mascotas la próxima vez. - con eso se alejó.

— Lo lamento Rick, ella... - el sonido de una fuerte bofetada lo calló, viendo cómo el rostro de Daryl estaba ladeado. — Rick...

— Nos vamos. - el omega tomo la cadena y con gran fuerza arrastró al alfa fuera del salón.

my little brotherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora