my little brother

Voz

Cuidar a su pequeño hermanito no era cosa fácil, menos si este era Rick, por alguna razón el chico siempre llegaba con cartas y dulces cuando salían de la secundaria, lo cual fastidiaba a Daryl, sin contar que los adolescentes siempre inventan trabajos grupales para estar toda la tarde con el omega. A Daryl le fastidiaban los lugares como las bibliotecas, ¿Entonces por qué estaba ahí?, bueno según Rick el maestro de historia les había encargado una investigación, y bueno dirás, no necesitas estar detrás de tu hermano si va a ser tarea, a lo cual Daryl solo gruñiría y no quitaría la vista de la mesa dónde al menos dos betas y un alfa se encontraban sentados rodeando a Rick, entonces te preguntarás, bueno son betas, ¿Qué riesgo representan?, y Daryl volvería a gruñir porque a él no le importaba si eran betas, alfas u omegas, a sus ojos todos querían herir el buen corazón que desgraciadamente Rick tenía y no era capaz de ocultarlo. Realmente podríamos tachar a Daryl como un sobreprotector y no es para menos, ver el trato que le daban a los omegas en esos bares de mala muerte e incluso fuera de ellos le causaba gran cólera y por sus colmillos alfa que no iba a dejar que nadie le faltara al respeto o intentara sobrepasarse con Rick y si llegase a pasar al día siguiente encontrarían a un imbécil en el río con el rostro irreconocible.

Cuando Rick tenía 15 y les dijo a sus padres que iría a la fiesta que algunos chicos habían organizado por fin de ciclo y para celebrar que irían a la preparatoria, Daryl anunció que iría con él.

— No es necesario, Shane irá conmigo.

— No me importa, iré.

— ¿No te ibas a ir con Merle? - el alfa bufó, era cierto que Merle le había pedido ir con él, pero eso no era el punto ahora.

— No iré con Merle.

— Daryl. - la calmada voz de la señora Grimes llamó su atención. — Creo que Rick estará bien con una noche sin tu supervisión, además no estará solo, Shane estará con él. - el mayor suspiró con pesadez.

— Bien. - salió al patio trasero para encender un cigarrillo.

No volteo al escuchar unos pasos acercarse.

— No lo tomes a mal, solo... solo no quiero que todos digan que no puedo estar sin mi niñera. - el mayor apagó su cigarro y se volteó a verlo.

— Entiendo, pero si tienes algún problema, te sientes incómodo o lo que sea, no importa si no tiene importancia, si ya no quieres estar ahí, promete que me llamarás, ¿Ok? - aquellos pedacitos azules que le había robado al cielo para poder ver, brillaron como nunca bajo la luz de la luna e hicieron a Dixon sonreír involuntariamente y esa fue la señal para que Rick fuera a abrazar a su hermano.

— Gracias, eres el mejor. - Daryl solo pudo suspirar resignado, no hay nada que no hiciera por aquella familia, especialmente por Rick.

La noche de la fiesta Daryl estaba en el porche de la casa, ya que Rick también le pidió que no lo llevara, porque Shane le había pedido prestado el auto a su padre, cabe aclarar que ni drogado Daryl dejaría que Rick subiera a un auto donde el querido e idiota amigo de su hermano fuera el conductor, pero Rick fue tan insistente que no tuvo opción que dejarlo ir, aunque no le dijo que él iría detrás con su moto para inspeccionar que llegarán bien a su destino.

— Ey, Dixon. - el idiota de Shane había llegado. — ¿Rick está en casa?

— Baja en un rato. - prendió un cigarrillo.

— Me sorprende que no vayas a acompañarlo.

— ... Sí, no estaré ahí. - Daryl fue hasta el adolescente, quedando frente a frente. — Pero si algo le llega a pasar, te aseguro que al primero que buscaré será a ti. - soltó el humo sobre su cara.