Miembro: Jake
"JEALOUSY SEX"
...
"Joder, ¡Dios mío, Jake no!"
Sucedió cómicamente rápido: en un segundo estabas hablando con un chico y al otro segundo, Jake te lo estaba arrancando y arrojándolo al suelo.
Le dieron un puñetazo directamente en la mandíbula y podrías jurar que escuchaste el sonido más desagradable de un crujido por la intensidad del golpe, lo que te hizo correr y tirar de tu novio hacia atrás con el corazón acelerado, impidiéndole seguir golpeando al chico.
Para ser justos, Jake no esperaba que no estuvieras en casa cuando regresó un día antes de su viaje de negocios. Se suponía que iba a ser una sorpresa, así que se dirigió a la fiesta después de preguntarle a su amigo sobre su paradero. Verte hablando con un chico con esa gran sonrisa fue suficiente para que se enojara, tal vez el plan de espionaje no fue el mejor de su elección, pero entonces el chico se adelantó y te tocó el brazo—que sería su último paja.
Era inofensivo, no es que Jake lo supiera, pero el tipo era tu antiguo tutor, ni más ni menos.
La escena era desordenada, la pelea vergonzosa y tenías la sensación de que tu tutor no volvería a hablar contigo en el corto plazo, o nunca más.
Lo hiciste retroceder en silencio, pero era más fuerte hasta el punto que podías oír cómo te zumbaban los oídos. Se metió la lengua en la mejilla, sin arrepentirse de nada, pero aún se podía sentir que estaba furioso.
¿Cómo se atrevía alguien a tocarte cuando le pertenecías a él y sólo a él?
Afortunadamente, el viaje fue corto, al igual que su paciencia mientras te seguía al interior de tu apartamento, pisándote los talones. No te atreviste a mirar en su dirección, sin saber cómo reaccionar, así que te apresuraste a buscar un botiquín médico en tu habitación, solo para encontrarlo sentado en tu cama con los nudillos sangrando y su mirada taladrando agujeros en tu cara.
Sin decir ni una palabra, te tranquilizaste y agarraste su mano herida, sin mirarlo a los ojos mientras desinfectabas sus nudillos, pero él no se inmutó por el dolor.
Ya ha tenido suficiente silencio.
Con la misma mano, agarró tu barbilla y te hizo mirar hacia arriba, directo a sus ojos, sin rastro de humor presente en ellos, solo seriedad.
"¿Qué?" Susurraste, sin aliento mientras lo hacías, regañándote mentalmente por sonar de esa manera.
"¿Salgo por unos días y dejas que otros chicos te toquen?" Chasqueó la lengua, con voz condescendiente, expresando bien su desaprobación.
No ayudó que un escalofrío recorriera tu espalda ante su tono profundo. Estaba al borde de regañar y acusarte, y aquí no podías concentrarte en nada más que en lo atractivo que se veía cuando estaba enojado.
Quizás necesitabas ayuda.
"Eso no es todo, ¡él es solo mi tutor, Jake! No puedes golpear a la gente así", lograste decir, con frustración en tu rostro.
