T2 - Cap 12: Viejas amistades

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Decidí que necesitaba un respiro. La atmósfera cargada en casa solo aumentaba la tensión, y la necesidad de una pausa se volvía imperativa. Tomé mi bolso y salí, sintiendo el aire fresco acariciar mi rostro mientras me dirigía a una cafetería cercana.

El tintineo de la campana anunció mi llegada al lugar. El cálido aroma del café me envolvió, creando un ambiente acogedor que contrastaba con la pesadez que dejé atrás en casa. Busqué un rincón tranquilo y me senté junto a la ventana, dejando que la luz del sol filtrara a través de las cortinas.

Un camarero se acercó con una sonrisa amigable. —¿Qué le gustaría pedir hoy?

—Un café, por favor. El más fuerte que tengan.

Mientras esperaba mi pedido, dejé que mi mente divagara. Observé a la gente que pasaba por la calle, intentando desconectar de los problemas que me agobiaban. El camarero regresó con mi café, y el aroma robusto llenó la mesa.

—Aquí tiene, señorita. ¿Necesita algo más?

—No, gracias. 

Sumergí mis labios en la taza caliente, sintiendo cómo el amargo sabor del café despertaba mis sentidos. El bullicio de la cafetería proporcionaba un telón de fondo animado, y por un momento, pude escapar de la tormenta emocional que había estado enfrentando.

Un hombre de mediana edad se sentó en la mesa cercana, hojeando un periódico. Nuestros ojos se encontraron por un instante, y le dediqué una pequeña sonrisa. Él respondió con un gesto amistoso antes de volver a su lectura.

Pero incluso en este oasis momentáneo, la realidad de mi vida se coló de nuevo en mis pensamientos. La pregunta de qué estaba sucediendo con Jake persistía, y la conversación pendiente se mantenía como una sombra en mi mente.

Decidida a enfrentar las verdades incómodas, saqué mi teléfono y envié un mensaje a Jake.

"Sali un momento, espero todo este bien entre nosotros"

El mensaje enviado a Jake quedó suspendido en el aire, y mi atención se centró en la pantalla del teléfono, esperando ansiosamente una respuesta. El murmullo constante de la cafetería proporcionaba un trasfondo que acentuaba la tensión en mi interior.

Observé mi teléfono con impaciencia, deseando que la pantalla se iluminara con un indicio de alivio. Cada segundo de espera se sentía como una eternidad, y mi mente se llenaba de escenarios posibles. ¿Ignoraría mi mensaje? ¿Estaría dispuesto a hablar y resolver las tensiones entre nosotros?

El camarero regresó con una bandeja de pastelería, ofreciéndome un vistazo de comprensión. —¿Está todo bien?

—Sí, gracias —respondí con una sonrisa forzada, intentando disimular mi nerviosismo.

Sumergí mis pensamientos en la taza de café, sintiendo el calor reconfortante mientras la espera se prolongaba. Mi mirada se desviaba entre el móvil y las personas que llenaban la cafetería, buscando distracciones para calmar mi ansiedad.

Con el corazón aún agitado por la falta de respuesta, salí de la cafetería. El aire fresco me recibió, pero la decepción pesaba en mis hombros. Decidí caminar hacia un pequeño parque cercano, buscando un lugar tranquilo para procesar lo que estaba sucediendo.

Me senté en una de las bancas, observando cómo las familias disfrutaban de su tiempo juntas. Los niños reían y jugaban, y el sol iluminaba el verde del césped

Mis ojos se perdían en las risas de los niños y las interacciones familiares. ¿Cómo habíamos llegado a este punto de distanciamiento con Jake? La ausencia de su respuesta pesaba en mi mente, dejando espacio para la incertidumbre y la confusión.

𝘋𝘰 𝘺𝘰𝘶 𝘮𝘪𝘴𝘴 𝘮𝘦? :) |DuskwoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora