Kim Namjoon se encuentra al mando de la mafia más poderosa en todo el territorio surcoreano. A pesar de su juventud, logró posicionar su clan en la cúspide del inframundo criminal. Su notable destreza en el liderazgo garantizó que la jerarquía de lo...
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La noche anterior del encuentro, Jungkook encontró imposible conciliar el sueño. La ansiedad, palpable a medida que se acercaba el momento, devoraba cada rincón de su ser. Aunque la reunión entre mafias estaba programada para el mediodía, su estrategia implicaba llegar una hora antes, tomando por sorpresa a Namjoon.
Todos estaban al tanto de sus roles y con el plan meticulosamente elaborado, al amanecer se pusieron en marcha.
Jungkook estaba sumamente enojado, eso era una verdad absoluta. Sería una completa mentira si negara el hecho de la intensidad de su deseo de atravesar la cabeza de Kim con una bala. Sin embargo, recordaba claramente las consecuencias devastadoras de su última reacción impulsiva, donde perdió absolutamente todo. No estaba dispuesto a repetir ese error; esta vez, abordaría la situación con una estrategia diferente.
Buscaría que Namjoon experimentara el mismo sufrimiento que él había enfrentado, despojándolo de lo más valioso de su vida.
A la hora acordada, varias camionetas blindadas llegaron a la mansión Kim. Al descender de los vehículos, en lugar de adentrarse en la residencia, los ocupantes se quedaron de pie frente a ellas, aguardando la aparición de Namjoon. Y justo como Jeon lo había previsto, el muy imbécil salió sin ningún tipo de refuerzo, solamente acompañado por Min.
Antes de comenzar, Jungkook tomó su celular y envió un mensaje a Jimin, confiando en que, según lo acordado, este estaría con Taehyung en ese preciso instante.
Tú:
Ya estamos aquí, apégate al plan.
Tras enviar el mensaje, guardó el celular en su bolsillo y aguardó el momento oportuno para descender del vehículo. Cada segundo que pasaba le proporcionaba un placer particular al observar la expresión de Namjoon al darse cuenta de que aún estaba vivo. Era claro que él era la última persona que esperaba ver en ese momento. Sin embargo, su asombro fue aún mayor al descubrir que Jimin estaba colaborando con Jeon.
Jungkook anhelaba prolongar ese momento de satisfacción, pero en el instante en que sus ojos se encontraron con los de su novio, todo lo demás se volvió secundario.
—¡Eres un maldito traidor! —gritó Namjoon furioso hacia el rubio.
—¿Traidor? —replicó Jimin con fingida inocencia—. No recuerdo haber afirmado en algún momento que estaba de tu lado. Sin embargo, debo agradecerte por facilitarnos las cosas al traerme aquí —añadió con una sonrisa ladina, deleitándose especialmente en la expresión de Yoongi en ese instante.
Cada detalle había sido meticulosamente planeado. Jungkook se vio obligado a aprovechar el trastorno de su novio para que el plan tuviera éxito. Consciente de que al ejercer presión sobre el clan Kim, Namjoon se vería absorbido por sus propios problemas, sin tener tiempo para ocuparse de nada más, ni siquiera de su hermano menor. Así que confiaba en que Namjoon llamaría a alguien para hacerle compañía a Taehyung.
