"Porque no me enamore de ti antes" [Saisaku]

🎨 14 Un nuevo comienzo 🎨

Capítulo 14-

La esperanza de vida estimada de un shinobi era menor que la de lapersona promedio que no es shinobi, mucho, mucho menos. A veces, uno seríaun Genin de doce años durante sólo unos meses hasta que le quitaran lavida; Fue un suceso raro, pero sucedió. Cuando un shinobi alcanzabalos cuarenta años, se le consideraba afortunado; cuando terminó muriendopor causas naturales y no durante una misión, los dioses lo consideraronbendecido. No muchos shinobis fueron bendecidos. Su mundo estabadeterminado por la supervivencia del más fuerte; quién era el más fuerte yquién el más débil; quién tenía la suerte de su lado y quién no; quelucharon con una razón y que lucharon sólo por luchar.

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Sakura sabía todo esto. Sabía que, como kunoichi, luchar por sualdea y por las personas que le importaban era su único propósito. Sabíaque tal vez no llegaría a una edad avanzada y moriría por medios naturales comosiempre había imaginado. Pero eso no significaba que estuviera lista paraello ni lo estaba cada vez que el destino le quitaba a alguien precioso paraella; ella ya había perdido a sus padres,  No estaba preparada para perder a otro ser querido. Perodebería haber sabido que a muerte le encantaba jugar con ella.

Esa mañana, mientras arreglaba la habitación de los bebés por lo queprobablemente era la enésima vez, escuchó sonar el timbre de lapuerta. Inmediatamente, su corazón comenzó a acelerarse conentusiasmo; Se suponía que Sai regresaría en cualquier momento. Yadebe haber llegado. Rápidamente, salió corriendo de la habitación, sedetuvo unos segundos para arreglarse el cabello en el espejo del pasillo yluego fue a abrir la puerta. En lugar de su novio, vio aYamato. Estaba desaliñado y tenía círculos oscuros debajo de losojos. Él la miró con cansancio.

"¿Taichou?" preguntó ella, sorprendida alverlo. "Estás de vuelta." Ella lo miró decerca. "¿Qué ocurre?"

El usuario del jutsu de madera abrió la boca pero no salió ningunarespuesta. Sus ojos se fruncieron mientras sus ojos lorecorrían. Había manchas carmesí en sus mangas y en el frente de suchaleco jounin: sangre. Los latidos de su corazón aumentaron por el miedo.

"¿Alguien resultó herido?" —tartamudeó, preocupada.

Yamato ladeó la cabeza.

Sakura se sintió tragar. "¿Q-quién?"

Cuando él no pudo mirarla a los ojos, ella lo supo. De repente, nopodía respirar, le temblaban las piernas. Sostuvo el marco de la puertacomo apoyo. No, no debe debilitarse ahora. Ella eranecesaria. Aún temblando, levantó la cabeza y se llevó una mano alestómago mientras contenía las lágrimas que amenazaban con caer.

"Llévame con él".
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Sakura esperaba huesos rotos. Esperaba una puñalada. ¡Diablos,ella incluso esperaba que ahora estuviera ciego! Pero no, nada la preparópara esto. Yamato no la llevó a una habitación de hospital ni a unquirófano; la llevó a la sala de envenenamiento del hospital deKonoha. Al reconocer los pasillos por los que la conducía, sintió que suspies se detenían y no podía continuar. Ella no quería continuar. Silo hizo, entonces fue real. Confirmó que Yamato no estaba cometiendo unerror. Sin embargo, ella se obligó a irse. Necesitabairse. Saber la verdad era mejor que mentirse a sí misma.

Tsunade estaba parada afuera de la puerta que conducía a la sala deexamen, hablando con un médico en formación. Se giró cuando Sakura yYamato se acercaron. Sin saberlo, la joven embarazada de diecinueve añosechó a correr directamente hacia la puerta. Pero la mujer Hokage la agarródel brazo antes de que pudiera entrar.

"¡Déjame ir!" gritó la mujer con pelo rosado, luchando contra su maestra. "¡Tengo que verlo! ¡Tengo que curarlo! ¡Déjame ir!"

Lágrimas no derramadas ahora corrían por su rostro. Tsunade acercóa su estudiante a su pecho y le permitió sollozar ruidosamente dentro de sucamisa. Frotó la espalda de la joven tan suavemente como pudo y susurrópalabras de consuelo. El médico en formación se paró junto a la puerta,torpemente mientras el capitán Anbu miraba impotente. Sakura era una chicamuy testaruda, era raro verla derrumbarse así.