Sus manos eran bastantes agiles, existían varios doctores pero ninguno tenia esa velocidad con aquella muñeca izquierda a pesar de ser una mujer que escribía con la mano derecha su mano izquierda era bastante habilidosa todos morían de envidian al notar el gran manejo que tenia con aquellas pinzas.
Era genial, pero aparte de su genialidad era una de las doctoras mas lindas del Hospital con un carácter bastante amable y respetado, sin contar sus grandes habilidades dentro y fuera del quirófano todas las mujeres le tenían envidia, tenia un gran novia: guapa, de buen aspecto, amable, respetuosa en sus oficinas de telecomunicación y era mas respetada por su novia, aunque todas querían ser ella.
Todos les tenían envidia.
Pero esa envidia llegaría a su final, para ambos casos.
—Lo estas haciendo bien—Anima un hombre mayor al ver las manos ágiles de Jennie hacer su trabajo por quinceava vez.
Hasta el momento todo iba de maravilla, la chica no ha cometido ningún error.
—No logro ver el inicio de la hemorragia—Dice Jennie mirando más profundamente.
—Busca de bajo del tendón —Habla aquel hombre mayor de lado de Jennie.
La chica remueve sus manos dentro del cuerpo de aquella mujer buscando algún indicio pero con sus manos no logra sentir nada.
—No.... no la siento—Jennie busca con cuidado con sus dedos tratando de sentir el tacto de al menos una aventura o algo roto.
Al moverse un poco las máquinas comienza a desequilibrarse, el pulso se altera y comienzan a perder al paciente. Los demás no tardan en evitar perder al paciente, todos se mueven con desesperación pero los adultos no hacen nada, solo piensan.
—Gasas—Pide Jennie
Después de unas largas horas dentro del quirófano, Jennie salia de aquellas dos puertas directo a urgencias anotando a su nuevo paciente en la lista.
—Disculpe—Pudo escuchar mientras escribía en la tabla.
—¿En que puedo servirle?—Aún no levantaba la mirada pues llenaba unos papeles con atención no podía cometer ningún error no como el de la cirugía.
—Tengo un problema en el corazón—La mujer aun lado de ella logro llamar su atención, aunque no del todo.
—¿Así? Déjeme checar su pulso—Sin los lentes su vista no era muy buena asi que solo sujeto su muñeca y busco el pulso de aquella.
—Es que no ha dejado de latir tan rápido—Escuso la mujer
—Desde cuando empezó a sentirse así?—Claro Jennie aun seguía sin observar aquel hombre pues su mirada la mantenía justo en su muñeca.
—Desde que te conocí—Jennie levanto la mirada—Hola Jennie.
Y con una gran sonrisa Jennie observo aquel sujeto, aquella mujer la cual había nombrado como su amor adolescente y primer amor, dejándola sin palabras y con una lágrima resbalando por su mejilla.
Cual seria la mejor manera de recibir a alguien que no has visto desde hace un par de años?, un abrazo, un beso hasta una simple sonrisa seria la manera más aceptable pero este no sería el caso. Aquel sujeto abrió los brazos de par en par esperando que su amor juvenil fuera corriendo a sus brazos y no podía faltar una hermosa sonrisa.
— Y a ese que le pasa? —Hablo el enfermero Moon con unos cuantos enfermeros de más trato de entender la situación
—Puede estar herido de los brazos y no puede doblarlos—Sugirió Jinho, enfermero de pediatría.
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𝓓𝓸𝓼 𝓬𝓪𝓻𝓪𝓼 𝓽𝓲𝓮𝓷𝓮 𝓮𝓵 𝓭𝓮𝓼𝓽𝓲𝓷𝓸
FanfictionLuego de ser abandonada, Jennie deja de ser la médica brillante que alguna vez fue y se convierte en una alcóholicadeudora. Y después de perder a un paciente y no pagar sus deudas, huye lejos escondida de unos husurreros en un barco para olvidar su...