Capitulo 12. ¿Por que me odias?

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Después de pasar el fin de semana metida en su oficina en su nueva casa estudiando cada detalle de anteriores casos y nuevos casos, Jennie se preparo para su regreso en la firma de abogados.

Había puestos excusa como una jiña cuando Lisa le había dicho que debía regresar a trabajar, Jennie incluso teatod de darle mimos a Lisa para hacerla canjear de opinión pero al parecer si eso era capaz de hacer bien para esa mujer.

Todo el camino fue pensado en como debería comportarse como debía actuar enfrente a sus compañeros y que no debía hacer para no delatarse, engañar a una niña ya era un pecado para Jennie y aún así le era difícil así que no debía causar problemas para nada.

Jenhun se encontraba en su oficina, una estancia ordenada y meticulosamente diseñada para la eficiencia. La habitación estaba adornada con estanterías llenas de libros y documentos clasificados, y una gran mesa de madera pulida dominaba el centro del espacio. Las ventanas amplias ofrecían una vista panorámica de la ciudad, aunque en esos días, Jenhun había mantenido las cortinas cerradas para concentrarse mejor.

Era incio de semana Jenhun había dedicado cada uno de esos días a una tarea monumental: repasar cada uno de sus casos exitosos, otra vez. La luz fría de una lámpara de escritorio iluminaba sus papeles y carpetas esparcidas sobre la mesa. Sus ojos, cansados pero enfocados, se movían rápidamente de un documento a otro, revisando detalles, anotando observaciones en un cuaderno de cuero y ajustando estrategias para futuros casos.

El ambiente estaba cargado de una mezcla de concentración y tensión. Cada éxito reciente estaba cuidadosamente desglosado y analizado, como un puzzle en proceso de ensamblaje. El sonido ocasional del clic de un bolígrafo y el suave zumbido de un ventilador de pared eran los únicos ruidos que rompían el silencio. El teléfono, que normalmente no dejaba de sonar, estaba en modo silencioso, y las notificaciones de correo electrónico se acumulaban sin ser leídas.

La oficina, normalmente un lugar de actividad y movimiento, había sido transformada en un santuario de reflexión y preparación. Jenhun estaba decidido a entender a fondo cada éxito logrado, con la esperanza de que estos conocimientos le permitieran superar cualquier desafío futuro con aún más eficacia. En el fondo, había un profundo sentido de responsabilidad y una firme creencia en el impacto positivo de su trabajo.

.....

Lisa se encontraba en una mesa del elegante restaurante, rodeada de sus seis amigas. La conversación era animada y el ambiente estaba lleno de risas y el suave murmullo de otras mesas. Mientras sorbía un poco de su café, las preguntas sobre su esposo, Jenhun, comenzaron a emerger.

-¿Cómo sigue tu esposo? -preguntó una de sus amigas con preocupación en su voz.

Lisa levantó la vista, intentando mantener una expresión serena.

-Mejorando -se limitó a responder, sin entrar en detalles.

-Debe ser muy duro para ti -comentó otra amiga, añadiendo un tono de empatía.

-Tu esposo es abogado y tuvo un accidente, ¿no? -añadió una tercera amiga, mirando a Lisa con curiosidad.

El grupo de mujeres intercambió miradas de preocupación. La atmósfera se tornó un poco más tensa. Lisa notó la preocupación en sus rostros y decidió defender a Jenhun.

-No le veo nada de malo que sea abogado -dijo una de las amigas, intentando relajar el ambiente.

-Claro que no, pero parece como si tu esposo fuera un corrupto -respondió otra amiga, dejando entrever una percepción negativa.

𝓓𝓸𝓼 𝓬𝓪𝓻𝓪𝓼 𝓽𝓲𝓮𝓷𝓮 𝓮𝓵 𝓭𝓮𝓼𝓽𝓲𝓷𝓸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora