Capitulo 4.Otros se van

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Tribunal-centro de la ciudad de Seúl

El caso de Jenhun estaba llendo de maravilla si se pudiera especificar lo sucedido era que los puntos a favor estaban de lado del hombre de apellido Kim aunque su jugada no era tan limpia como todos pensaban.

—Y es por eso su señoría que este hombre debería mantenerse fuera y lejos de la vista de sus hijos—El hombre de toga observo con cautela las pruebas sobre su mano.

Un par de fotografías donde las suposiones eran bastantante imposibles de aprobar pues las imágenes no eran tan claras como el juez sabría si el abogado tenía razón en su palabras.

—¡Eso no pude ser una prueba!—Grito el hombre sobre el estrado.

—Guarde silencio señor Choi—Ordenó el juez con seriedad.

—Su señoría mi cliente tiene razón, las fotografías están dañadas no se puede obtener una respuesta por medio de un par de papeles maltratados—Un hombre más robusto que Jenhun hablo con firmeza.

El acusado no tenía salvación pues Kim había pensado todo sin saltarse un paso y la posibilidad de fallar ese caso era de menos cero porciento.

—Abogado Kim, sus pruebas no demuestran nada no podemos acusar al señor Choi por abuso de menores sin tener las imágenes claras—El hombre de toga mostró una negación al respecto—Pero tampoco es una prueba de su inocencia, cerraremos el caso por ahora haremos un aplazamiento de dos meses hasta entonces los abogados del señor Choi hagan mejor su trabajo.

Jenhun festejo con disimulo apretando el puño con felicidad. Al salir de aquel tribunal mientras esperaba su gran auto recibió un mensaje de su asistente.

La señorita  Ah pidió verlo en si oficina

Ire de inmediato

El hombre sonrió al ver aquel apellido en la portada de su movil cubriendo el rostro de otra mujer, después de haber respondido a lo lejos lograron escucharse un par de tacones acercarse a su entrono.

Kim guardo su movil

—Abogado Kim—Lo llamaron con prisa—Debo agradecerle—La mujer de cabello pelinaranja dejó un casto beso en su mejilla—Veamonos pronto

Lo último fue un susurro.

Kim sonrió dejando a la mujer subió a su automóvil arrancando de inmediato. A lo lejos alguien observaba con un Móvil en mano.

—El ya se fue

12 años atrás...

Cerca de un barrio simple en las afueras de Seúl se celebraba un cumpleaños los niños iban y venían de un lado a otro, los adulto solo conversaban con calamar y paciencia hacia los menores y los jóvenes adolocenetes pasaban el tiempo en grupo.

A excepción de dos personitas.

—Me gusta alguien del salón —Dijo mientras comia un poco de estofado.

—¿Quien es?—Pregunto una Jennie curiosa y interesada al mismo tiempo.

—Es.... es solar —Solar, la chica rubia del último asiento en fila, vaya que buenos gustos tienia— Debes pensar que estoy loca

—No claro que no—Hablo segura de si misma— Creo que es linda.

Monbyul tenía ese estilo de chica chico, su cabello negro corto en estilo de hombre y su comportamiento con los chicos y su forma de hablar no la delataba demasiado pero lo Jennie lo supo en cuanto la vio.

𝓓𝓸𝓼 𝓬𝓪𝓻𝓪𝓼 𝓽𝓲𝓮𝓷𝓮 𝓮𝓵 𝓭𝓮𝓼𝓽𝓲𝓷𝓸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora