Moon Dong-eun soñaba con ser arquitecta pero tuvo que abandonar la escuela secundaria, víctima de una terrible violencia escolar, y planea vengarse tanto de los perpetradores como de los que presenciaron los hechos sin intervenir.
Como lo es el caso...
Apenas salió de su casa fue embestida por una histérica Yeo-jin que la tomó fuertemente de los hombros, clavándole las uñas en estos.
-Loca ¿que te pasa? -la intentó apartar las manos, pero el agarre era fuerte.
-Ye-ji, cuando estuviste con el doctor ¿que te hizo?
-Ponerme relleno.
-¡No eso! ¿te hizo preguntas?
Ye-ji bajó la mirada, fingiendo recordar.
-Me preguntó si tenía novio y me coqueteó -mintió.
-¿Nada más?
-No ¿por qué? ¿te coqueteó a ti también?
-No, pero me dijo cosas raras.
-¿De verdad? -la miró asustada- ¿Qué cosas?
-Me preguntó sobre Myeong-oh.
-Qué va a saber el doctor Ju de Myeong-oh. Seguro lo soñaste. La anestesia te hace sentir así.
-No lo sé, eso me tiene alterada, me está matando la cabeza de tanto pensar -la soltó al fin.
-Yeo-jin-ah -sonrió acariciándole los brazos- no hay nada de que preocuparse.
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-Entonces esa hija de puta fue quien lo mató -Ye-ji estaba tan enojada que había arrugado el papel que traía en la mano derecha.
-Cálmate -Yeo-jeong abrió los ojos par a par al verle la cara roja de la rabia.
-La mataré -se paró como un rayo y alcanzó a llegar hasta la puerta, cuando él la detuvo.
-No vayas a hacer nada incoherente, no te dejaré ir hasta que lo prometas.
-¡Pero es que mató a Myeong-oh! ¡merece morir esa perra estúpida!
-Ye-ji -canturreó él.
-Bueno, no le voy a hacer nada...
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El ensayo era realmente importante en su empresa, en los ensayos Ye-ji se encargaba de elegir todas y cada una de las prendas que aparecerían en los desfiles.
La mujer terminó de subir el cierre de la blusa de la modelo, luego miró expectante a Ye-ji.
-He visto todo esto antes -dijo pasando con desdén las prendas en el perchero.
-Es que estamos reinventando el puño ancho.
-¿Dónde están las cosas lindas?
-Si juntamos... -dijo tomando una chaqueta.
-No, no me gusta ¿por qué es tan difícil elaborar un ensayo decente? ¡tuvieron días para prepararlo y nadie lo está! -tiró una prenda al suelo- ¿Dónde están los cinturones? -tomó un vestido y se lo pasó a Cheong- podríamos juntarlo con esto -le pasaron un cinturón y poner una chaqueta encima... ¡¿Dónde están las chaquetas?!
La otra mujer corrió hacia una silla donde estaban estas prendas: -No sé cuál se verá mejor -comenzó a decir- es que ambas son tan diferentes.
Ante esto la nueva asistente se rió haciendo que todos clavaran su mirada en ella.
-¿Qué es tan gracioso? -y ahí fue cuando su sonrisa se borró.
-Nada, es solo que ambas chaquetas tienen el mismo color, aún estoy acostumbrándome a todo esto.
-¿"Todo esto"? -se rió- seguramente tú crees que "todo esto" no tiene nada que ver contigo. Tú vas a tu armario y eliges ese ridículo y bizarro suéter porque intentas decirle al mundo que te tomas muy en serio elegir lo que usas. Lo que no sabes es que ese suéter no es azul, no es turquesa, no es lapislázuli -dijo levantando los dedos- es más bien celeste y no te has dado cuenta que en 2008 hubo una colección de suéteres, en 2013 una colección de trajes celestes, luego chaquetas militares celestes y así el celeste de pronto estaba en ocho diferentes colecciones. Se filtró por las tiendas departamentales y después cayó de una trágica esquina casual donde tú, sin duda, lo sacaste un botadero. Ese azul representa millones de dólares en número de desempleos y es muy curioso que pienses que hiciste una elección que te exenta de la industria de la moda cuando de hecho, estás usando un suéter que fue seleccionado para ti por estas personas de una pila de cosas.
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-¿Otra vez aquí? -se sentó frente a él- tiene mi respeto, hoy vino más temprano que yo. ¿Lleva mucho esperándome?
-No.
No tardaron en comenzar a jugar, en un silencio agradable, escuchando como las piedras chocaban ligeramente con el tablero.
-Ya sé todo.
-¿Hm?
-Ya sé todo sobre ti.
-Oh ¿miró artículos sobre mi en Internet? no hacía falta, me podía preguntar directamente.
-No hablo de eso. Sé sobre Moon Dong-eun y Yeo-jin también.
Entonces habló con Dong-eun.Al menos me hubieran avisado que le contaron la verdad, no hubiera tenido que fingir demencia. ¡Que vergüenza!
-Ah. Entonces ya está enterado -puso otra piedra estratégicamente.
-¿Cómo fue Yeo-jin contigo?
¿Desde cuando nos tuteamos? ya vamos avanzando 😻.
-¿Se refiere a como nos conocimos? -divagó observándolo- me tiró un balde de agua fría en la cafetería.
Do-yeong abrió los ojos par a par: -¿Y tú que hiciste?
-La golpeé con una bandeja -se encogió de hombros- tenía que hacerme respetar.
Dejaron de mirarse, o al menos ella bajó la mirada hacia el tablero porque no soportaba el contacto visual con ese hombre tan atractivo ante sus ojos.
-Nos costó llevarnos bien, ni siquiera sé porque me metió al grupo, pero nuestra relación progresó cuando Dong-eun se fue. Pero su esposa es toda una bully.
