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Luego de que la niña se durmiera la dejo en su cuarto para volver a hablar con su futuro esposo, el que quería hablar con la menor, pero al final ni un hola pudo decir bien.

-Bueno... Futuro esposo. Déjame dejarte en claro que aunque nos casemos, no me voy a amarrar a ti. Ya tengo a alguien, solo que mis padres no la quieren, ese es el motivo.-Dejo claro de un inicio al rubio que lo veía con cara de "¿Es enserió?".

-Ja. Gracias imbecil, me arrastraste a este maldito matrimonio de porquería. Me alejaras de ella por tu jodida culpa, no solo yo me jodere la vida. Así que ve diciéndole a tu amante que se acabo.-Se sorprendió al ver al omega tan bonito y "timido" hablando de una forma tan grosera.

-Mira tu... la joya, te veías tan tímido... Escúchame bien-Se acercó prepotente a Katsuki asustandolo de sobre manera, el pelicenizo se encogio en su lugar echandose para atrás dejando ver su trauma, aunque para el pelirrojo no era tan evidente, se sorprendió mas bien, no entendía, Katsuki asustado lo vio de pies a cabeza, era alto, tenía hombros anchos y se veía muy fuerte, un golpe de él y estaba muerto, estaba seguro.-Hey... ¿Que te pasa?-

-n-nada. Solo Aléjate de mi, deja de hacer mi vida más difícil.-Aparecieron lágrimas en los rubíes de su futuro esposo. No entendía el porqué, no le hizo nada.

-Bien bien, me alejo, pero acostúmbrate a mi, ya que si no puedo ver a mi "amante" tu serás quien sacie mis deseos.-sonrió como si de un ángel se tratara y Katsuki se asustó aun más.

-No quiero casarme contigo, cancelalo-dijo tosco, sin ningún grano de azúcar. Más bien, con miedo.

-Mmm nop, creo que este matrimonio va a beneficiarme-sonrio coqueto al omega que le veía con asco mientras lamia sus labios. Katsuki estaba al borde del colapso, solo quería vivir en paz con su hermana. ¿Tan difícil era aquello?.

Sentía su cuerpo más cansado, otra vez.

-Bien, no llores bebe llorón, no te haré nada, aunque ¿que es tan terrible de casarse conmigo? Soy apuesto, tengo dinero, te daré comodidades y todo lo que desees, dime por que no quieres estar conmigo.-A Katsuki se le iluminaron los ojos.

-¿todo lo que quiera?¿Puedo llevar a mi hermana?-Kirishima se rompió en ese momento.

De todo lo que pudo pedir, ¿Pidió a su hermana?

-Ella no querrá separarse de sus padres por favor, deja ese egoismo tuyo-Katsuki entristeció su semblante y Kirishima solo se quedó viendolo.-No seas un niño pequeño, deja a tu hermana, ni que fueras su padre.-

-eres un idiota. Dios como pude si quiera pensar que me equivoque al pensar mal de ti.-Kirishima gruñó y Katuski se cruzo de brazos.

-Nos casaremos y me da lo mismo lo que pienses.-Katsuki apretó sus labios con rabia. Escucharon el ruido de una niña corriendo y gritando hacia ellos.

-Mi niña, ¿Que haces?¿Que sucedió?-la niña comenzó a llorar abrazando las piernas de su hermano mayor.

-Ma, mamá... n-no quiero, nii-Chan-La hermana se había enterado de que su hermano se iba de la casa...

-¿Que sucede mi amor? Dime mi vida-acaricio los rubios cabellos de la niña que lloraba sin cesar.

-T-te vas-menciono únicamente llorando sin contenerse, su madre entró histerica y ambos hermanos se tensaron, la niña agudizó su llanto.

Kirishima lo noto, puso a ambos hermanos detrás de él y habló con una sonrisa a la hermana del omega.

-Hikari-Chan, no llores, vendremos a visitarte mucho y voy a llevarte también a todos lados con nosotros, no te preocupes, no llores tanto, te ves más bonita sonriendo-Intento consolarla, y funciono.

Katsuki lo veía atento y algo sorprendido.

Kirishima Elevo su mirada hasta chocar con la de Katsuki, el mismo se había puesto tan rojo como un tomate.

-¿Cuando nos casamos?-Pregunto descaradamente Eijirou.

-Oh dios, quieres casarte con el... Bien cuando usted quiera haremos los papeles, Katsuki tiene sus Dieciséis, nosotros daremos el consentimiento.-,Kirishima giro su rostro algo asustado.

-¿¿Dieciséis??, y-yo tengo veintitrés...-estaba impresionado, era un niño.

Le dieron escalofríos.

-en dos días seria perfecto.-Hablo la madre del chico.

.....

Katsuki no hacia más que llorar... Tendría que dejar a Hikari, a pesar de que le rogó a sus padres llevarla con el, no hubo caso.

Ahora estaba por irse de casa y Hikari la pequeña también lloraba a su lado.

-Mi amada Hikari, debes ser fuerte, volveré por ti... No voy a abandonarte preciosa.-Le prometió a su pequeña hermana.

Le rogaría al hombre de ser necesario, haría lo que el deseara, solo por no dejarla en esa casa.

-Mama... por favor, te daré lo que me pidas, pero te lo ruego, a ella no le hagas daño, por favor...-Pidio rogando en la falda de su progenitora.

-Agh, sisi, no le haré nada.-Dijo solo para no escuchar más la voz de su estúpido hijo omega.

Katsuki escucho el auto y tembló de miedo abrazando a Hikari la cual lloraba sabiendo lo que venía, era pequeña, pero siempre vio como golpeaban a su hermanito.

-a-adios mi niña-Los Kirishimas Aparecieron frente a la puerta dando a entender que ya era hora.

-De momento solo firmaran por el civil, luego haremos la ceremonia correspondiente-explicó el padre de Kirishima, Katsuki escucho su sentencia, estaba cerca, lo sabía.

-Katsuki, cariño, pronto serás un Kirishima, espero nos llevemos bien-su suegra le sonreía con cariño y el no quería despegarse de la pequeña.

-Nos vamos señor Bakugou-hizo una reverencia junto con su familia y Katsuki entendió que era su fin.

-Volvere mi cielo...-La niña lloraba sin parar hasta cuando la puerta se cerró, rompiendo el corazón del omega en pedazos al escuchar a su pequeña hermana llorar tan desgarradoramente.

Rezaba por ella, no quería que nada malo le sucediera.

-Bueno, prometido, al parecer la niña si quería irse contigo.-bromeó su futuro esposo, notando el desánimo de la que seria su pareja.

Los Kirishimas hablaban y hablaban, pero el no tenía cabeza para esto.

Solo pensaba en ella.

Al ángel que dejó.

Se sentía tan, pero tan culpable.

Sus padres le habrán dicho... ¿Sobre su condición?

Casado Por ContratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora