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Kirishima ordeno que lo curaran y se quedo en la revisión de su cuerpo, habían tantos lugares donde tenía vendas que ya parecía momia.

Lo bueno, ya no dolían tanto.

Se había desmayado antes de llegar al hospital intentando forcejear, pero esta vez su desmayo duro más de lo normal por obvias razones, su cuerpo no era precisamente el más fuerte.

Una palmada y ya le apagaban la tele, su papá lo golpeó sin parar a pesar de que se desmayo tantas veces...

Suplico que parara pero no hubo caso alguno.

Acababa de despertar y escuchaba a Kirishima gritando algo al teléfono afuera de su habitación, no tenía idea que era pero aún así se escuchaba furioso.

Después de cortar entro y se sentó frente a él en la camilla.

Puso su mano en su mejilla con suavidad con ganas de llorar Katsuki sabía que el quería llorar, sus ojos estaban vidriosos.

-Esto es mi culpa. Lo sé... Te hicieron esto por que yo... Te engañe. Dios mio perdóname Katsuki... Yo no quería. Solo que, eres tan pequeño, eres solo un niño de dieciséis años, no... yo no debí proponerte una relación, pero lo hice y te engañe por que quise olvidarte, hice todo mal cielo y ahora ya no veo ni una pisca de cariño en tus ojos, Se que lo que hice no tiene perdón corazón, pero... realmente quiero seguir contigo, no quiero dejarte ir, se que lo correcto es soltarte, pero no puedo, te juro lo intente, pero no puedo...-Se sincero, Katsuki lo miraba frío. El tenía razón todo lo que le ha pasado es solo su culpa.-Quiero volver a intentarlo, esta vez sin engaños de por medio te lo juro Katsuki, solo te necesito a ti, si tengo que esperarte dos años, tres años hasta diez años lo hare. Hare todo lo que tu pidas para demostrarte que realmente soy sincero.-Katsuki no sabía que decir, ¿Por que Kirishima se veía tan miserable?

El fue una víctima de todos los idiotas que rondan su vida. Todos lo dañaban y usaban como querían.

Su padre, su madre y ahora Kirishima.

-¿Crees que soy un muñeco que se usa a placer tuyo?, ¿crees que una simple disculpa todo lo arregla? ¡Tu no sabes que pase yo! T-tu... Solo me has echo daño, me obligaron a casarme, me obligaste a ocultar a una estúpida novia tuya, me empujaste por que creiste que andaba de zorra con mi guardaespaldas, después me mientes diciendo que soy el único para ti solo por que te obligaron a casarte. Después me engañas y mi papa me hace daño, y ahora esto? Me secuestraste prácticamente. Me duele Kirishima, no solo los golpes, estoy acostumbrado a esto. Pero el dolor que siente mi corazón... Eso si que es incurable Kirishima, no quiero volver a verte. He sufrido tanto por tu culpa. No quiero, no deseo volver a tu lado. Me hace daño, no me siento bien, duele mucho, tanto como mis heridas-estaba liberando más información de su vida sin pensarlo mucho, se sentía abrumado.

Sus lágrimas comenzaron a caer dándole a Kirishima como si le dispararán en el pecho sin parar.

-Katsuki, por favor cariño...-acuno las manos de Katsuki con delicadeza, beso estas para llevarlas a su gente arrodillado ante el.-Vuelve conmigo, no te cases con Aisawa. Te lo ruego... Yo no voy a tocarte Katsuki, no hay un trato oculto. Solo voy a respetarte, te juro que llegare siempre a la hora a casa después del trabajo, voy a llamarte seguido, te enviaré mi ubicación, si quieres permisos para ver las cámaras de mi oficina y nuestra casa lo tienes totalmente permitido, hasta la del auto mi amor, todo estará a tu disposición, solo... vuelve a mi lado, solo déjame volver a abrazarte por las noches, no te pediré nada más que eso.-Katsuki estaba algo sorprendido de la declaración.

¿Y porque dormir? No entendía.
.... Katsuki no sabía que decir, sería un idiota si perdonaba una infidelidad.

-Pondré de rodillas ante ti a quien te hizo esto mi Katuski, te lo juro, no quedara impune.-juro con rabia aun con las manos de Katsuki en su frente.

Usaría a Kirishima por su propio bien ya que tanto insistía.

-Bien. Pero prométeme... Que el no volverá a hacerme nada, ni tu, ni nadie, no dejes que me toquen-exigio como condición para volver con el, sacaría provecho de él, lo haría sufrir tanto como el lo hizo con el hace unos días

Iba a hacer pagar a su padre.

-Así será, eso ya estaba en camino mi amor, mi padre lo trae.-acaricio la mejilla de Katsuki calidamente.

Katsuki sabía que terminaría cayendo totalmente por el, así que antes, lo haría pagar.

A los minutos después de que Kirishima atendiera todas sus necesidades, su padre fue tirado frente a su camilla. Estaba algo maltratado, alguien lo había golpeado, era obvio.

-Eijirou, después de esto no quiero que me pidas más, lo hice por mi nuero, que quede claro, todavía tenemos algo que hablar.-Su aún esposo suspiro y asintió haciendo una mini reverencia.

-Eres un desgraciado, un maldito mocoso mal agradecido.-murmuro el señor Bakugou con odio, Katsuki sentía que iba a llorar. ¿Realmente su padre no sentía una pisca de amor?

Era... Tan cruel, pero, nunca más le haría daño.

-Cállate.-no sabía de dónde había sacado tanto valor para hablarle.

-¿Como? Voy a matarte que lo sepas.- se levanto dispuesto a golpear a Katsuki, pero el ya no tenía miedo, sabía que Kirishima no dejaría que nada le pase.

Dicho y hecho, Eijirou tomó al progenitor de su marido y lo arrodillo a la fuerza.

-No te desfiguro, porque mi esposo esta presente. Si no estuviera el estarías tres metros bajo tierra.-Kirishima de una patada le agachó la cabeza por la fuerza.

-Ya que no tienes intenciones de disculparte. Gyo llévalo al sótano, allá nos divertiremos con el.-A Kirshima de la rabia no había pensado bien lo que decía, así que Katsuki lo miro curioso.

-¿cual sotano? Recorrí toda la casa pero ese lugar estaba cerrado.-Kirishima se puso instantáneamente nervioso y sonrió.

-Solo... no se usa, ese lugar da miedo, solo vamos a encerrarlo ahí un tiempo, no bajes ahí, el lugar es feo y además está muy mal cuidado y puede ser peligroso para ti, el esta muy bien como para ir ahí, en cambio tu mi príncipe, puede pasarte cualquier cosa allá adentro, así que por nada del mundo vayas ahí.-dio un beso en la cabeza del rubio y sonrió.

Aquello llamo a su curiosidad aún más.

Así como llego su padre, se fue, se quedó tranquilo en su camilla pensando en todo lo que había pasado, no entendía como no estaba muerto...

Ah... era verdad, Hikari... Si su hermanita no estuviera ahí... El ya no sería parte de este mundo.

Casado Por ContratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora