6

213 22 4
                                    

-Te lo agradezco, sin ti mi hermana no la estaría pasando tan bien...-la niña corría de lado a lado con el perro de Kirishima, un doberman que corría con la niña para todos lados. Kirishima sonrió algo coqueto.

-¿Merezco un premio no?-Se acercó al rostro del omega sorprendiendolo, aprecio como la blanquecina piel del rubio se teñía de un rosa muy bonito en sus mejillas producto de su vergüenza.

-¿U-un premio?-repitió cuando el pelirojo tocaba su mejilla insistentemente con su índice. El rubio se trago su vergüenza y le dio un pequeño beso en la mejilla dejando aún peor al mayor, no se esperaba que su joven esposo realmente lo besara.

Kirishima no se aguanto más.

-Seamos esposos de verdad Katsuki. Ya no tengo nada con Mina, desde antes de traer a tu hermana, terminamos, no podia seguir con ella, estaba tan molesto porque me terminaste gustando tanto que la olvide por completo. Me gustas, me gusta esta relación, haces mi vida más divertida, le das color y emoción. Dejemos de negarnos a lo que somos.-Pidió con desespero siendo sincero con sus palabras, sabía que estaba mal pero... no sabía que hacer con ese sentimiento que crecia cada día aun más.-Se que es rápido pero yo realmente siento algo por ti, desde que te vi algo me pasaba contigo. Después viviendo juntos... No dejaba de pensar en ti... sabiendo que Mina era mi novia, Lo siento yo... debí haber terminado con. Ella apenas iba a casarme...-

Katsuki quedo aun más sorprendido.

-¿Q-Que dices tonto? Tu... ¿Realmente quieres?...-Kirishima asintió fervientemente y Katsuki acepto temeroso.-Bien, solo... se mas gentil conmigo, no me vuelvas a gritar.-Puso como condición y como un tonto enamorado acepto y asintió.

....

Despertó por unos besos en sus mejillas que venían de Kirshima. Lo dejo dormir con el y no lo solto en toda la noche.

-¿K-Kirishima?-Pregunto avergonzado.

-Dime Eijirou... o no voy a hacer de cuenta que llamas a mi padre o cualquiera de mi familia.-Katsuki infló sus mejilla rodando los ojos.

-b-bien, E-Eijirou-San d-deja que me levante mi hermana esta por despertar...-pidió y su esposo suspiro, pero lo solto de mala gana.

-Bieen-el también aprovecho de levantarse junto con el rubio que se veía avergonzado con un tenue rubor en sus mejillas y cuello.

-Tan lindo-dijo sin más llendo al baño a ducharse para irse al trabajo.

Katsuki por su lado exploto tirándose a la cama con vergüenza, no estaba para nada acostumbrado a esto.

....

Paso el tiempo y Katsuki se notaba más contento junto con su hermana, era difícil lidiar con sus desmayos, pero para eso tenía un guardaespaldas que le cuidara cada que eso ocurriera.

También noto que la niña sabía que hacer en casos así.

Lamentablemente. La condición de Katsuki no tenía cura.

Aun así, se sentía tremendamente culpable, por que, aceptemos algunas cosas, se enamoro del omega y también de un niño.

Solo tenia dieciséis era un maldito pedofilo por enamorarse de él.

Su mente le hacía malas pasadas

Como producto de su estupidez, llamo a Mina para que se víeran pero en su departamento, no quería que el niño se alterara con Mina ahí.

Así que le prometio que volverían y que pasarán el día juntos como disculpa.

Ya no podía seguir con Katsuki... Era un niño al cual estaba obligando a que creciera y actuará como un esposo.

Katsuki por su lado amaneció solo algo sorprendido, Kirishima siempre que despertaba estaba ahí acariciando sus cabellos.

Suspiro viendo el reloj que decía 20 de abril...

Ya tenía diecisiete años, no sentía nada en particular, hacía años ya que no celebraba su cumpleaños, pero no podía negar la vaga esperanza de que su esposo lo felicitara aunque sea. Pero el no estaba.

Se levanto con un muy mal presentimiento llendo a la habitación de su hermana que estaba al lado, Kirishima había ordenado que alistarse la habitación para la pequeña bakugou.

Paso una bonita mañana y tarde con su hermana hasta que su suegro vino corriendo junto con los primos de su marido que venían con regalos.

-Dios mio, Katsuki... l-lo sentimos, el abuelo hoy estuvo revisando tu expediente para ver como seguía tu salud y vio tu... fecha de nacimiento. Estabas de cumpleaños pequeño, cumpliste diecisiete...-su suegra tomó sus manos y Katsuki no entendía el alboroto.

-Tranquila señora Kirishima, no suelo celebrarlo.-sonrió dulcemente a la familia que se veía avergonzada. Eran graciosos.

Intentaban que el no se sintiera mal, eran ricos, podían simplemente enviar el regalo, pero aún así, ellos habían venido personalmente y eso valía más para Katsuki.

-¿Y tu esposo?-pregunto su cuñada.

-oh, no lo sé, desperté y el no estaba.-desanimado vio a la mujer que frunció el ceño.

-El debería estar aquí, ¿has estado todo tu cumpleaños solo? Por dios, debías llamarme Pequeño Katsuki...-insistió la esposa del primo de Eijirou.

-Lo siento, no creí que fuera tan importante...-agachó su cabeza avergonzado, recordando que a nadie le había contado nunca como eran las cosas en su antiguo hogar.

-Claro que lo es, el debería de estar aqui-hablo su primo serio sacando su teléfono, pero Kirishima no contestaba.

Terminaron por cansarse de llamarlo, hicieron una fiesta improvisada para el hasta que llego la noche y todo se había acabado, ya eran las doce y todas las casas estaban ya durmiendo.

Katsuki estaba intranquilo, su esposo estaba por ahí y no daba señales de vida...

Termino por hartarse, se fue a dormir suspirando con tristeza.

Creyo que el lo felicitarla por lo menos.

Kirishima termino llegando a altas horas de la noche sin avisarle a nadie medio borracho viendo a Katsuki dormir con sus manitos en un nuevo peluche que el no había visto en su vida.

Supuso que lo compro el más bajo.

Suspiro con una sonrisa triste, tenía muchas ganas de seguir con el, pero era un niño aún.

Lo dejo dormir y no hizo ruido recostandose en el sofá, debía marcar distancia...

Amaneció otra vez y Katsuki despertó ahí estaba Kirishima, a su lado moviéndonos un poco.

-Arriba, a desayunar pequeño bello durmiente.-Katsuki lo vio fijamente y suspiro triste aunque lo oculto con una sonrisa falsa.

-de momento no tengo hambre, esperare a Hikari para comer.-Excuso. No iba a comer.

Kirishima no entendía pero no quería meterse mucho en el asunto.

-Bien, yo... ayer-intento excusarse de no contestar ni llegar.

-esta bien, no tienes porque contarme, ni que fuera celopata-se burlo un poco.

Tomo su teléfono entrando a redes sociales, estuvo un buen rato, incluso después de que Kirishima se fuera a trabajar.

Hasta que vio una foto que lo dejo con la boca abierta literalmente y lágrimas apenas lo proceso.

Eijirou Kirishima y Ashido Mina, habían sido vistos juntos dándose un beso en un restaurante, estaba en total shock.

Por eso... El no estuvo con el en su cumpleaños, creyo que eran pareja... Que su relación ahora era seria.

Había sido tan ingenuo, el solo quería que dejaran de pelear.

Desató su llanto encerrado en su habitación, ahora aquel beso estaba en todas las noticias, el le había sido infiel.

Agradecía que todavía lo suyo no se hiciera público, si no... Sería totalmente humillado y volvería con sus padres, aunque ya no sabía que era peor.

Ese maldito iba a pagarselas, no dejaría que si quiera lo toque vivirá haciendo como si el no existiera.

Casado Por ContratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora