Casado Por Contrato

9

Seguía pensando en el sótano, aun así Kirishima le dijo que no bajara, terminó de peinar a su hermana la cual jugaba con una muñeca mientras el veía las noticias.

Estaban pasando un video que es filtrado supuestamente desde el interior de la mafias.

Le parecia raro...

Sentía que conocía a aquel oji rojo... a pesar de que parecía tener una máscara se cara completo estaba encapuchado, pero vio aquellos ojos.

Se le hacían muy conocidos.

Pensó en Kirishima, pero no había manera el era un respetable empresario, por eso lo casaron ahí.

Katsuki suspiro por el recuerdo, no podia dejar de pensar en la noticia, ya que se decían muchas barbaridades de aquel mafioso, decían que era el más temido de las mafias...

Le daban escalofríos.

Aunque de pronto recordó el famoso sótano.

Con miedo se levantó sorprendido.

-porfavor cuide de mi hermana yo... debo hacer algo.-

Busco por toda la mansion dicho sótano, estaba rindiendose cuando encontró una puerta en el primer piso en un pasillo...

Justo de ahí se habían escuchado unos gritos.

El labio de Katsuki estaba atrapado entre sus dientes por los nervios.

Se había escondido dentro de un armario que había en ese lugar, escuchaba como se abrió es puerta.

Íban cerrando la puerta pero el chico que llevaban vendado se les estaba descontrolado.

Así que el muchacho más grande pidió al chico que lo ayudara y que después cerraban, para Katsuki fue la oportunidad perfecta.

Corrió a la puerta cuando vio que estaba abierta.

Al entrar era como si el aire cambiará, el lugar era aterrador, era todo muy oscuro.

Estaba sorprendido, ¿como nunca vio ese lugar?.

Camino sigilosamente por el largo pasillo hasta que vio unos tipos de celdas pero con vidrios claramente polarizados por dentro, ya que nadie de las personas que estaban dentro lo veían, hasta que llego a la última que era la más terrorífica, esta si eran celdas de fierro y vio miles de instrumentos de tortura y dentro de esta...

Estaba Kirishima con su padre y sus hombres.

El aire se había ido de sus pulmones, se tapo la boca asustado viendo a Eijirou el dulce chico clavando en la pierna de su padre una especie de cuchilla.

Sus lágrimas salían cuando recién recapacito y conecto los cables, este lugar era igual al que habían pasado por las noticias.

Kirishima era el mafioso más temido de Japón, del que tanto se hablaba y se temia.

Era su esposo.

Su esposo era esa terrible persona que asesinaba a inocentes.

Se encargaba del tráfico y todos aquellos cargos de los que se le acusaba.

-¿Señor Katsuki?-dijo uno de los señores que siempre acompañaban a Kirishima cuando salió o demás. Carajo lo habían visto, estaba muerto.

Kirishima escuchaba el nombre del niño que tanto quería y volteo para ver a su pequeño esposo mirándolo con lagrimas en sus ojos mientras el tenía un cuchillo clavando en el muslo de su Suegro, era la peor escena que el podía ver.

Paro de inmediato al verlo.

Y asustado intento caminar hacia el pero estaba lleno de sangre.

-n-no t-te acerques...-