Casado Por Contrato

4

Katsuki terminó de arreglarse desanimado. No tener a su hermana le quitaba la emoción de su vida.

No tenía razón de ser sin ella.

Kirishima veía atento el como se arreglaba el rubio.

Se veía infeliz, y eso de alguna manera le causó una molestia.

Estaba pegado viendo cada movimiento del chico que ni se inmutaba, hasta que noto algo raro en Katsuki. Se estaba tambaleando y tomando su cabeza.

-Aquí vamos otra vez-escucho el susurro del chico cuando llego a tiempo agarrando la cabeza antes de choque con la mesa y todos los cosmetiqueros.

¿Que mierda pasaba con el chico?

¿Seguía cansado?

Katsuki despertó desorientado viendo al pelirrojo otra vez con una expresión preocupada otra vez.

Carajo, ya lo había visto dos veces desmayarse.

-¿Que pasa contigo? Llamare al medico.-lo recostó otra vez acariciando la cabeza del menor, el no era de ser cariñoso pero, simplemente le nacía serlo con Katsuki.

Pero eso, no iba a decírselo.

-¡No!-Grito e instantáneamente se tapo la boca. La última vez que grito, su padre lo golpeó hasta el cansancio. Se alejo con miedo y empezó a disculparse. -L-Lo siento, lo s-siento, y-yo no quería gritar... S-solo es que... cuando no como me d-desconmpenso e-es eso.-se Excuso como pudo mientras el alfa lo miraba extrañado.

¿Por que le tenia tanto miedo? Si solo estaba siendo amable con el.

-hey, cálmate-intento tocar al omega pero este se alejo llendose a una esquina de la cama-Bien, no voy a tocarte. Te lo prometí, vamos a comer. El abuelo quiere conocerte más, es muy testarudo. Así que dudo que pueda posponerlo, pero si realmente te sientes mal...-Katsuki nego frenéticamente.

-no es necesario, puedo ir-se levantó de la cama y se miró por última vez al espejo y le dio una sonrisa tímida, sonrojando al pelirrojo.

El omega era realmente bonito.

-Bien, vamos, futuro esposo.-jugo un poco para hacer reír al más bajo que estaba tenso como una piedra.

-Bobo, no me llames así-Dijo algo tímido tomando el brazo que le era ofrecido por Kirishima.

La cena había transcurrido de forma normal, así que todos se fueron a sus hogares, conoció a la familia Kirishima a excepción de una que estaba de viaje.

Katsuki se quito los tacones y se metió al baño para ponerse su pijama, Kirishima lo dejo ser. Volviendo a preguntarse por los hematomas, no lograba conseguir el valor de preguntar.

Dios que era un estúpido, no tenía por qué importarle la vida de su esposo de imagen... Solo debía importarle Mina.

Charlo con ella por teléfono hasta que el omega salió del baño tomando su teléfono para llamar a su hermana antes de dormir, sabía que en un ratito más ella se iría a la cama.

-Hikari, mi niña. ¿Todo esta bien?-Pregunto intentando descubrir si su padre le había hecho algo a la niña después de su primer día sin ella.

La niña respondió con normalidad, según Katsuki nada sonaba sospechoso.

Kirishima se acomodo en su sofá y abrió para boca para preguntar.

-¿Por que tanto apego a tu hermana? Jesús ya estas grande para eso, ¿Sabes?.-Katsuki solo le dio una mirada de pocos amigos sin si quiera responder.

--Hey, no me ignores.-No recibió respuesta, más bien, solo vio como se dormía el rubio.

-Mirate, tu tan cómodo en la cama y yo aquí. En un estúpido sillón.-se quejo arropandose mientras escuchaba una pequeña risilla.